Que nombre ah? Z O R A I D A! bello… elegante y muy, muy sensual. jejeje.
Bueno, pues Zoraida es una niña que conocí cuando tuve un gesto de complicidad con mi papa, quien estaba en el comité encargado de la dirección de las fiestas de mi ciudad, se consiguió la legitimación de una idea suelta que yo pues ya le había soltado: que tal que dentro del jurado que escogería la reina de las fiestas…estuviera un menor de edad, un representante de la juventú, un conocedor de la belleza… es decir: yo!
Mi papa contó con la ceguera de 2 mas de los que integraban el comité de 5 personas que decidían las cosas de las fiestas y casi por unanimidad (3 contra 2 es casi unanimidad) fui elegido como jurado.
Esa vaina es buena señores!, no se imaginan las atenciones que recibí en esos momentos, las sonrisas, los regalos, los tragos que me bebí, las comidas que me jalé, en fin, toda una buena vida. Sin embargo, nunca fue mi deseo utilizar mi condición para aprovecharme de las candidatas… pero… pero… las cosas fueron muy distintas apenas se termino el reinado que al final gano una de las candidatas mas serias del ramillete (tan seria que esa si que nunca me paro ni cinco de bolas). Después del reinado me dedique, junto con un par de amigos, a recoger lo sembrado. Obviamente ya las atenciones no eran las mismas, pero tenia la ventaja de ser alguien medianamente importante y por eso todavía contaba con la simpatía de algunas de las candidatas. Salimos, rumbeamos y comimos –en todo el sentido de la palabra- rico en esos días. Pero hubo una, la mayor del grupo a la que nunca me le pude acercar mucho que digamos…. Era Zoraida. Casi todas las niñas eran mas o menos de mi edad, entre 15 y 17 años, yo tenia 17… Zoraida tendría unos 19 o 20. Y Zoraida tenia muchos pretendientes. De hecho había sido novia de un par de profesores de uno de los colegios que yo “frecuentaba” y por su espectacular cuerpo paralizaba los corredores del colegio cuando iba a visitar a sus novios.
Pues bien, al fin un día pude llegarle a Zoraida y ella muy dispuestita acepto una salida, pero con la condición de llevar a su hermana. No tuve otra opción que recurrir a un primo que tenia un flamante suzuki LJ80 (carrazo!) en el que nos llevamos a un pueblo cercano a Zoraida y su hermana (que aunque no tenia la misma cara de Zoraida, tenia un cuerpo mucho mas espectacular que el de ella) a tomar aguardiente, bañarnos en termales y bailar charanga. Bueno, no precisamente charanga pero si nos metimos a un “grill” de pueblo donde la pasamos súper.
A pesar que le gaste bastante tiempo a Zoraida, quizás unas 6 u 8 salidas, aún no podía darle el primer beso a ella, quien estaba ennoviada con un tipo que se dedicaba a la mecánica de motos (“cejas”) y que de cierta manera era medio amigo mío, ya que el había arreglado una moto de un primo para que corriera en una carrera de mi ciudad.
Obviamente “cejas” no sabia de mis andanzas con Zoraida y a pesar que yo muchas veces iba a la casa de mi primo solo con el propósito de encontrarme con Zoraida, porque “cejas” le tenia arrendado un local a la mama de mi primo, justo al lado de su casa, el hombre nunca sospechó nada de mi… pero si sospechaba de mi primo el dueño de la moto.
Zoraida trabajaba algunas noches en una taberna mas o menos conocida que se llamaba “Los escalones” y no tenia que trabajar todas las noches porque a ella le iba de maravilla con las pocas noches que iba, ya que todos los clientes le daban unas propinas las berracas… y no precisamente por el servicio, sino porque ellas estaba bue-ni-si-ma. Justo el día anterior a la llegada del Papa Juan Pablo II a mi ciudad, decidimos irnos un combo de vecinos y amigos a esa taberna a prepararnos espiritualmente para la llegada del sumo pontífice. Ese día preciso Zoraida estaba allí. Nos saludamos algo distantes porque “cejas” también estaba, pero cada cual por su camino ella trabajando y yo con mis amigos.
Al rato llegó mi primo, el dueño de la moto y apenas se le acerco a Zoraida a saludarla, “cejas” se timbró y apenas mi primo se alejó, el hombre empezó a buscarle garrotera a Zoraida y el resultado fue que “cejas” no duro mas de 15 minutos allí y salio furioso.
De tanta preparación espiritual yo no se a que horas termine borracho cantando canciones de REO Speedwagon y Duran Duran con unos turistas ingleses que estaban mas borrachos que yo y que no le ponían ningún pero a mi pronunciación.
El cuento es que los ingleses llevaban camuflada ginebra y al acabarse la plata, pues decidieron compartir conmigo la ginebrita y yo termine revolviendo tragos porque ya había pasado de cerveza a guaro, después a vino blanco y después a ginebra además que pase del marlboro, pasando por el royal, hasta llegar al cigarrillo imperial… y terminé mas jincho que un jijuemadre y al llegar casi al final me dediqué a llamar a Walter y Hugo debajo de la mesa donde estábamos con los turistas. Al ratico no mas llegó Zoraida que también estaba medio enfiestada “celebrando” su pelea con “cejas” y tuvo que limpiar todo el vomito, previa inculpación a los ingleses que yacían dormidos sobre la mesa.
Ya quedándonos Zoraida y yo solitos en la mesa no hubo de otra que echarle los perros y esta vez si que soltó algo… nos besamos y a mi me parecía que era un sueño –por la borrachera- y esa noche terminamos “cuadrados”.
Mi mama me despertó con severo regaño porque no encontraba válida la preparación espiritual que yo había hecho para la llegada del papa y decidió desquitarse conmigo llevándome a ver la fugaz pasada del papamóvil a un lugar donde no había ni un poquito de sombra y tenia que recibir los rayos directos del sol solecito de la manera mas infame y sin posibilidad ni siquiera de una botellita de agua, a pesar que me estaba muriendo.
La espera fue de mas o menos unas 3 horas y media y al final paso el Papa en su papamóvil, me volteó a mirar, se quedó mirándome como si me reconociera, me saludo y siguió su camino.
Después del medio día, toda mi expectativa estaba centrada en que iba a pasar con Zoraida, porque yo si quería ser novio de ella, pero creía que ella iba a terminar arreglándose con “cejas” y lo nuestro se iba pa la mierda.
Por la noche fui a buscarla y no la encontré. Al otro día finalmente la pude encontrar y aunque el encuentro fue muy efusivo no hablamos del tema y simplemente nos dedicamos a ir calentando el arrocito que yo pretendía cocinar para después comer.
Dos semanas después nos fuimos a las termales donde habíamos estado la primera vez y allí casi nos comemos… sino es por el que cuida el sitio, quien nos obligó a salirnos de la piscina porque el hombre se dio cuenta de nuestras intenciones y seguramente pensó: o aquí comemos todos o no come nadie.
El hecho fue que nos vinimos para mi ciudad y en el primer motel que se nos atravesó, nos bajamos y nos metimos para que yo probara la delicia que hasta ese momento me había perdido.
Zoraida me hizo el primer sexo oral que yo recibí en mi vida, me lo mamó primero con mucha paciencia y suavidad y después se desaforó e hizo que me viniera casi en su cara… y a pesar de eso, yo no se que hizo para que apenas algunos 3 o 5 minutos, yo estuviera listo para seguir con lo que cada vez mas mi cuerpo me pedía a grito herido… comerme a esa hembrota!.
La “encoñada” fue tenaz. Ella también trabajaba como secretaria en el consultorio particular de un médico muy reconocido en mi ciudad y aprovechando que el medico siempre atendía por las tardes en el seguro social, allá yo llegaba mas o menos a las 3 de la tarde a practicar las mas diversas poses sobre el sofá, el escritorio, la camilla y las paredes del consultorio. En esas estuvimos mas o menos 3 meses, hasta que la mamá de Zoraida, quien vivía en Venezuela, fue por ella para llevársela de vacaciones. Zoraida se fue feliz y yo me quedé muy arrecho y solito, recordando con manuela todas las aventuras vividas.
Zoraida volvió de “sus vacaciones” tres años después, llegó con un novio del cual me contó como al año de haberse ido (en ese entonces nada de correo electrónico) y nunca se si me puso los cachos o no, porque al fin y al cabo nosotros solo hablamos unas 3 veces por teléfono y nos mandamos unas 4 cartas cada uno. Nunca hubo terminación oficial (será que eso le da derecho a uno a decir que todavía somos novios?) y solo se puede decir que esa vez –LITERALMENTE- las cosas se fueron enfriando.
6 comentarios:
no no no...como dejo ir a Zoraida!!...y donde esta ahora?
Se caso con Juan Andres, tiene 3 hijos y sigue siendo una mamacita
Tus historias como siempre me encantan y me dejan con ganas de leer otra, sigue escribiendo...
siempre tan elocuente, buena historia, cómo has vivido carajo...jeje saludos, esperaré aquello que comentarás...con qué saldrás ahora
Lorena; yo quisiera escribir mas... créeme, pero casi q no puedo... me duelen mis deditos y mi mente no da mas, tengo 98 añitos... no mentiras, es el tiempo mujer... el tiempo q no deja.
Tania: lo unico que te puedo decir es que con posts como ese último tuyo, casi que se me quito la imagen de lo derechita que dices ser.
holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
peasito e' mierdaaaaaaaaaaaaa
Has sido champetiao
saludos
CC
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