martes, agosto 28, 2007

Este post esta muy largo... y no los culpo si les da pereza leerlo todo

Cuando me vine a estudiar a Bogota, primero estuve viviendo con una pareja de hermanos –hombre y mujer- que Vivian antes en mi tierra pero que eran oriundos de la costa. Ellos tenían un apartamento arrendado en la 49 con 7 y era en un edificio semi abandonado, porque de los 8 apartamentos que habían en ese edificio, solo 4 estaban ocupados, el resto estaba a merced de los fantasmas o ladrones o lo que fuera, porque a veces se oían ruidos en esos apartamentos.
Esos dos hermanos eran muy cariñosos, pero cuando a Tochi, el hermano de la niña, le daba por tomarse sus traguitos, el tipo le daba un dolor el jijuemadre al acordarse el momento en el que “le toco” ver a su hermana culear con uno de sus mejores amigos… y eso al hombre si que le ha dolido señores! (yo creo que le dolió mas a el que a ella)
El hecho era que la borrachera al hombre le daba por montársela a su hermana y a tratarla de puta y todo… y la niña lloraba y lloraba y como Tochi tomaba cada día de por medio, ese apartamento era una locura por los gritos y las lagrimas.
Mis papas, muy comprensivos ellos, cayeron en cuenta que ese no era el ambiente propicio para que a mi me rindiera en el estudio y me aprobaron un ligero aumento de mesada mensual con el que yo pude ponerme a buscar algo mejorcito y de pronto un poco mas independiente que compartir apartamento con mas de 1 persona.
De tanto buscar, me encontré un pseudo apartamento en una casa de familia que había convertido el patio de ropas, medio garaje (era doble) y el cuarto y baño de la empleada del servicio, en un espacio apenas apto para un joven estudiante de provincia, decente con buenas referencias.
Los únicos problemas que tenia el espacio –y verdaderos problemas- eran que el calentador de la casa estaba “en mis predios” y que la línea telefónica era compartida entre ellos y yo.
La familia estaba comprendida por el papa -un militar retirado-, la mama –ama de casa-, el hijo –calavera por supuesto- y Sandra… Sandrita, una optómetra a punto de graduarse en la universidad, quien será una de las protagonistas de esta historia.
La familia de Sandra era muy buena conmigo. A pesar que prácticamente compartíamos la entrada, yo tenia una independencia casi absoluta y esta generalmente se interrumpía cuando la mama de Sandra, doña Anita, me llevaba un plato de sopa o algo de comida por las noches… querida no?, aunque su sazón no era mi preferida, yo si que agradecía sus gestos porque a veces yo llegaba tan mamado que ni me atrevía a fritar un par de huevos.
Ya cogiendo confianza… mejor, pasando de confianza a confiancita, yo empecé a hablar cada vez mas con Sandrita de temas diversos y bastante inocuos. Yo aprovechaba la devolución de los platos o algo así para hacerle la charla a la nena que entre otras era muy sonriente y se reía de cualquier babosada.
Un día, en época de parciales, mientras estaba estudiando en total silencio en mi cuarto, empecé a oír vocecitas muy cerca de mi… me salí para lo que podría ser “el área social” (la sala de menos de 10 m2) y no encontraba el origen de las vocecitas… me estaba volviendo loco? Y busqué y busqué hasta que las deje de oír de un momento para otro. Quedé extrañado pero lo malo fue que algunos minutos mas tarde aparecieron las vocecitas nuevamente y ya me di cuenta que estaba mas cercanas al piso… y me agache y las oí mas duro y cada vez mas duro hasta que me di cuenta que provenían del teléfono que yo tenia como extensión en mi apartamento. Levante todo el aparato y descubrí que por debajo se oía la conversación telefónica que estaban sosteniendo en la casa de Sandra. Nueva distracción fue lo primero que se me ocurrió.
Por medio de ese sistema absolutamente atrayente pude descubrir que el hermano de Sandra era mas calavera de lo que yo pensaba. Se la pasaba de traba en traba, de cruce raro en cruce cada vez mas raro y hasta me di cuenta que era bisexual.
También me di cuenta que la mama de Sandra me aguantaba por el arriendito que yo le pagaba muy cumplidamente, que además yo le facilitaba aspectos relacionados con la conciencia, porque prefería darme la comida que les sobraba que botarla… yo pensaba… no seria mas fácil que la señora cocinara menos comida que la que necesitaban ellos?.
Por el teléfono también supe que el papa de Sandra no tenia la pulcritud que aparentaba y entre sus pasatiempos se encontraba la gestión de libretas militares, con la que se hacia sus buenos pesares para comprar ganado y tierritas en su ciudad de origen. También me di cuenta que a el lo llamaba un hermano a putearlo cada vez que podía y que la señora era que lo defendía porque ella cogía el teléfono y puteaba al hermano cada vez que el señor se quedaba callado ante un poco de improperios.
Pero lo mejor que pude enterarme fue sobre las confidencias de Sandra con Martica, su mejor amiga.
En esas conversación supe que la loción Eternity era mas abrepiernas para Sandra que una botella de aguardiente. Que le fascinaban los hombres recién bañados y con el pelo mojado. Que se derretía cuando un tipo le ponía la mano abierta con algo de fuerza en la mitad de la espalda. Que le gustaban unas flores rarísimas de color moradito. Que le gustaba hacerse debajo. Que tal o cual día estaba con pacho. Que no se soportan que le hablaran de cierta manera. Que se había soñado con tal o pascual… y si, sueño erótico. Que si un tipo la quería impresionar la tendría que invitar a un whisky antes de cualquier cosa. Que tal o cual día estaba recién depilada. Que adoraba la fritanga y que no se atrevía a pedirle a sus amigos que la llevaran a comer a una fritangueria. Que la habían llamado fulanito, sutanito y menganito para invitarla a salir. Que le gustaba que la cogieran de la cintura por la espalda. Que se iba a un paseo pero que no se lo pensaba dar a nadie. Que le gustaban los tipos que se ponían pantalonetas de blue jean y los que se ponían camisas rojas. Que paraba oreja cuando llegaba con alguna vieja a mi apartamento y que jugaba a identificar cual era la vieja que yo llevaba. Que de pronto si quería salir conmigo pero le daba miedo que sus papas se enteraran porque me tenían en un concepto de ser muy libertino.
Por supuesto, yo fui recopilando toda la información para ver si algún día las cosas se me daban y podía acceder a ella.
Un día, al ver que le había llegado una silla especial para los pacientes que pronto empezaría a atender, le pedí que me hiciera un examen visual a pesar que yo acababa de hacerme otro en unas vacaciones recientes en mi ciudad de origen. La idea era echarme la loción que acababa de comprar justo antes de que me hiciera el examen. Por supuesto, me eché solo un poquito de Eternity y cuando ella llegó a su consultorio (en el garaje de la casa) me di gusto viéndole la carita que puso apenas me olió.
Había que ver las arrimadas que se me pegó Sandra durante ese examen. El resultado fue algo diferente a lo que había obtenido en mi ciudad y la conclusión fue que debía hacerme otro examen pero en otra parte, ojalamañanaporquenosequienamigamepuedeprestarsu“xhxudgyudfxfsmetro”paraversiescorrectoloqueyoestoyviendoaqui .
Al otro día la dosis de Eternity fue un poco mayor y ya la carita era mucho mas expresiva aún y yo aproveché para invitarla a salir y la niña me dijo que si, pero que a donde. Yo le dije que con mi mesada de estudiante universitario, pues a donde me alcanzara la plata y estratégicamente me le arrime un poquito para que oliera y dijo que bueno, pero que sin que sus papas supieran.
Con mi teléfono interceptador de llamadas pude oír cuando Sandra desde afuera llamó a su mamá a decirle que iba a salir con unas amigas y que tal y pascual… Al final nos fuimos a “On the rocks” algo clásico para ese entonces y a pesar de que mis recursos eran contaditos, nos fuimos de “güispi” esa noche (bueno 3 traguitos cada uno… no mas) y la pasamos delicioso, sin que hubiera mas que roces, amacices y sonrisas hasta que nos sacaron de allí poniendo 29 veces seguidas “Holding back the years” de Simple Red (detesto esa canción!).
Así estuvimos, saliendo muy de vez en cuando porque yo tenia mis obligaciones contractuales con una novia y ella también tenia su machuque oficial; además que yo pude conseguirme un trabajito que me ayudaba a sostenerme porque la plata de los papas cada vez me alcanzaba menos, pero el tiempo que tenia apenas me daba para estudiar, porque yo salía de la Universidad y me iba a trabajar y trabajaba como hasta las 10 u 11 pm.
El trabajo fue que gracias a un concurso, yo me gane un contratico nada mas y nada menos que como digitador en el área de sistemas de la Presidencia de la República. Si señores! Allá estuve en el Gobierno Gaviria, y conocí muchas cosas del gobierno y conocí a Jaime Garzón y me reí mucho con el.
Bueno, el cuento es que habían 4 personas mas de mi tierra que trabajaban allá y con ellos nos dedicamos a usufructuar el prestigio que daba trabajar en ese lugar. Una de las técnicas mas utilizadas era la de pedir boletas para eventos diciendo: - “Hola, habla fulanito de tal DE LA PRESIDENCIA DE LA REPUBLICA y queremos saber si de pronto tienen algunas boletas de cortesía para los funcionarios de mi dependencia”, y el interlocutor generalmente contestaba: “de que dependencia esta llamando?” y uno inmediatamente contestaba cualquiera de las dos opciones: “Del despacho de la Primera Dama” o de “Casa Privada” y ahí si le decían a uno que si. (Por si llegaba a decir: “del área de sistemas” o de “recursos humanos” por ejemplo, las boletas nunca se asomaban). El cuento era que generalmente uno decía: “yo mando al conductor a recogerlas” y contando con la complicidad del jefe de transporte, conseguíamos quien nos hiciera el favorcito y las boletas llegaban intactas a nuestras manos.
En esos tiempos Colombia acababa de descubrir a uno de los esperpentos musicales mas nefastos que han llegado a nuestro país después de Diego Torres (o antes?): los señores de Vilma Palma E Vampiros (porque era E… no Y vampiros) y por supuesto, en una de las interceptaciones supe que Sandra moría por ir a ver a Vilma Palma y por supuesto yo me esmeré hasta que pude, para conseguir las boletitas que al final llegaron convertidas en credenciales para estar en backstage con las que pude invitar a Sandra al dichoso concierto.
La experiencia fue algo mucho menos que alucinante. Todavía recuerdo: Coliseo El Campín, menos de media platea llena, el sonido pésimo y en backstage 5 borrachos, 4 putas, 5 lobas, 10 técnicos y Sandra y yo… pero así y todo bailamos, brincamos y gozamos hasta que ya… y lo mejor es que le puse la mano abierta sobre la espalda, la cogí de la cintura, la abracé hasta que nos besamos. Ta-ran!
A partir de allí, yo solté toda mi artillería cayéndole a Sandra cuando los papas no estaban. Ella nunca quiso ir “a visitarme” a mi apartamentico… porque seria? Alguna mujer que me lo diga!
Pero bueno, las cosas llegaron a donde TENIAN que llegar… no, no a la consumación sexual de la relación, sino a que los papas se enteraran y la primera reacción fue la de “pedirme” el apartamento, cosa a la cual yo accedí porque de verdad me sentía bastante apretado allí y además ya había visto un apartaestudio de verdad que quedaba a menos de 50 metros de la casa donde yo vivía y por el mismo precio. Por supuesto, enfoque mis esfuerzos en saber si de pronto Sandra le comentaba a Martica sobre sus intenciones sexuales conmigo hasta que pude determinar que había disposición. Eso era suficiente.
1 mes mas tarde estaba “estrenando” morada y con la certeza que me había dado la información recolectada, un día me di a la tarea de hacer entrar a Sandra cuando llegara de su universidad y me planté en la puerta a esperar a que llegara y después de casi suplicarle la pude entrar, pero mas por el miedo de ella a que los papas salieran y la vieran conversando conmigo en la calle.
Por supuesto, yo había utilizado algunos de los trucos de “chicas cosmo” como echarle eternity a los bombillos para que mi apartaestudio oliera a loción y como dicen los inmodestos: “el resto es historia”.
Con Sandra estuvimos en esas mas o menos como 3 meses, hasta que a mi me salio otro trabajo, esta vez si en lo que yo estaba estudiando, pero en el cual yo tenia que viajar muchísimo y apenas tenia tiempo para la que era mi novia y además a Sandra le salio también trabajo y por mas que yo quise, no nos pudimos volver a ver mucho que digamos. Mas o menos como a los 2 o 3 años supe que ella se casaba.
Ole! Que post tan largo no? Mejor me voy!

Conclusión: El que tiene la información tiene el poder.

3 comentarios:

Juanpa dijo...

Es dificil no terminar de leer este tipo de historias cuando se leen las primeras lineas...Cuantas veces quisieramos oir esas conversaciones, aunque creo que le quitaria emocion a la conquista, pero facilita las cosas cuando se va a lo que se va. jajaja
afortunado ud

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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