jueves, julio 19, 2007

Una noche muy divertida

Fabiola es enfermera
Fabiola mide 1.76 y es muy delgada
Fabiola no tiene la cara de Paola Turbay, tampoco tiene la de Teresa Gutiérrez
Fabiola tiene la sonrisa de Julia Roberts
Fabiola tiene las piernas mas largas que Norma Nivia
Fabiola tiene el culo muy parecido al de Shakira
Fabiola es un hembrononon
Fabiola gusta del beber... y bastante
Fabiola iba de vez en cuando a mi apartamento a beber, pero no me soltaba ni un cordon del zapato
Fabiola una noche me llamo para que la acompañara a una vaina.
Fabiola no me quiso decir cual era la vaina sino hasta que llegamos.
A la entrada del sitio un gran aviso: "Miss gay internacional"
Fabiola iba regularmente donde "Marce", un peluquero(a) a que le pegaran su arregladita. Ese día, Marce le había suplicado que le comprara un par de boletas para el reinado, ya que una de las travestis de su combo iba a participar y el compromiso era que cada una de las candidatas tenia que vender como 100 boletas y la "amiga" de ella le pidió ayuda y su única opción eran las clientes de su salón de belleza. Fabiola había aceptado pero no estaba muy convencida de ir porque ese tipo de eventos eran muy, muy extraños en mi ciudad. Sin embargo, por el precio (eran casi $20.000 por boleta... una fortuna en ese entonces) y porque de cada boleta, $15.000 eran consumibles; pues empezó a pensar mejor si iba o no y decidió llamarme porque según ella yo: "era el tipo mas adecuado para protegerla en caso de alguna emergencia".
Y yo aparecí allí porque sinceramente no tenia ni idea a donde iba a ir, porque en esos años mi homofobia estaba en un nivel bastante elevado y por supuesto nunca habría comprado una boleta para ese tipo de eventos así las estuviera vendiendo mi mama o la misma Marinita Otero.
La discusión en el carro fue bastante larga antes de entrar allí.
Afortunadamente ni siquiera estábamos en el carro de mi casa ni en el de ella. Íbamos en el carro de "la Fernández", un amigo gay de ella, quien era un eterno enamorado del hermano de Fabiola. La Fernández estaba fuera de mi ciudad y casi siempre le dejaba su carro a Fabiola porque en la casa de ella había un garaje desocupado y además el creía que así se acercaba al hermano de Fabiola. Claro que de cercanías con el hermano de Fabiola nada... simplemente el poderoso Fiat 147 generalmente se llenaba de viejas borrachas las noches en las que el Fernández no estaba en la ciudad.
Lo que nos convenció de entrar fue el alto porcentaje consumible de la boleta, el hecho de que nadie nos iba a reconocer porque no íbamos en el carro de la casa y los golpes de "Marce" (quien en realidad se llamaba Marcelo, pero esa noche estaba hecho toda una Marcela) en la ventanilla de Fabiola, quien en medio de gritos de felicidad, nos ofreció ubicarnos ya fuera en la mesa de su mama o en la mesa de su tía. Creímos que la vaina era medio familiar entonces y en el camino nos preguntábamos si era que seria la tía por parte de su papa o algo así y que no se quería con la mama e hicimos toda una serie de conjeturas en medio del desfile de travestis y gays que pasaban al lado de nosotros hechas unas locas... literalmente.
Cuando llegamos a la mesa de la tía, todo muy normalito: la tía, el esposo de la tía, la hija de la tía y una amiga de la hija de la tía. Saludamos, nos sentamos un ratico, nos ofrecieron un aguardiente y bien. Llegó Marce y nos dijo que nos iba a presentar a su mama. Fuimos a la mesa de la mama y lo único que vimos fue a una vieja igualita a Tatiana de los Ríos pero mona. Y Marce nos dice: les presento a mi mama!. Y nosotros boquiabiertos, sobretodo cuando la Tatiana de los Ríos se para y a la vez que nos saludaba con beso en la mejilla, nos decía con una voz muy parecida a la de Juan Gossain: mucho gusto.
Absolutamente paralizados recibimos la explicación que la maternidad correspondía al cuidado y responsabilidad que estaba ejerciendo "Tatiana" sobre "Marce" en su transformación hacia volverla mujer. Recibimos muy juiciosamente, y aun boquiabiertos, toda la explicación y decidimos sentarnos solo un ratico con Tatiana (ella no se llamaba así... tenia un nombre rarísimo) como por educación y como para no parecer impresionados, pero salimos espantados de esa mesa cuando empezaron a llegar un poco de travestis -esos si bastante desagradables- a saludar a Tatiana.
Bueno, nos devolvimos a donde la tía y empezamos a comentar y a chismosear como solo la oportunidad de estar allí nos lo permitía. Los comentarios empezaron a volverse cada vez mas graciosos y podría decir que en algunos momentos yo ya no podía de la risa... pero lo verdaderamente interesante fue cuando empezaron a llegar una serie de personajes de mi ciudad, los cuales en esos momentos estaban saliendo del closet para mi, sobre todo cuando yo los creía muy vaaarones. La verdad es que ahí si que me di cuenta que el tema del homosexualismo esta al lado de uno (incluso Felipe Zuleta hace unos días escribió en su blog algo así como: "Maricas hay en todas las familias... incluso en las presidenciales"). La mayor sorpresa -acompañada con aguardiente y risas- fue cuando llego un primo que siempre había negado su homosexualidad, abrazado de una negra (travesti) inmensa... como de 2 metros de altura. Anyway.
Pero definitivamente todo subió a lo máximo cuando empezó el desfile en traje de baño. Estábamos justo en frente de la piscina y delante de nosotros empezaron a desfilar como 20 o 30 travestis verdaderamente muy femeninas y con unos cuerpos que nada le envidiaban a muchas mujeres pero con unas actitudes francamente cómicas. En la discusión que yo tuve con Fabiola antes de entrar, le había expresado que para mi los travestis eran tan locos como los tipos que se creen Napoleón; porque al fin y al cabo ellos asumen una identidad que no tienen... pero que creen que si la tienen. Es como si yo me creyera el pato Donald o algo así y que asumiera todas las posturas e identidad del pato Donald.
Pero la cosa resulto ser tan chistosa como si de verdad estuviéramos viendo un desfile de locos (algo que debe ser muy divertido también). Los chistes y las burlas no solo nuestras sino de quienes estaban en las mesas de al lado eran una cosa que no se puede creer. Todavía me acuerdo y me río. El momento fue frenético y perfectamente podría decir que esa noche fue la segunda mas chistosa de mi vida (la primera fue la despedida de Luchito).
Antes del desfile en traje de fantasía, empezó el baile y en medio de la cantidad de parejas lesbianas (travesti con travesti), apenas aparecíamos por ahí una 5 o 6 parejas heterosexuales y otras que eran de hombre con travesti. Ahí también nos reímos mucho, pero en lo que nos impresionamos era con los maquillajes que veíamos en tipos que parecían muy varones y que estaban verdaderamente enloquecidos esa noche. Temeroso, le pedí a Fabiola que me acompañara al baño a hacer chichi y fue ahí cuando empezamos a ver muchos mas tipos maricas de mi ciudad que nunca se pensaron que nosotros íbamos a estar allí... entre ellos mi primo, quien tuvo el bello gesto de regalarnos un litro de aguardiente como queriendo comprar mi silencio (el hombre perdió su platica... por que mi mama, mi hermana y varias tías y primos ya saben).
A la hora del segundo desfile volvimos a la risa... cual risa! a las carcajadas!!! ya la vaina no era ni cinco disimulada sino ya absolutamente descarada... eso si era algo absurdo lo que todos los asistentes nos burlábamos.
Segundo receso antes de la ceremonia de elección y coronación.
En esos momentos Fabiola me saca a bailar y empezamos a bailar cada vez mas junticos y mas despacito... y no... no estábamos borrachos. Hasta que yo no se porque y en que momento nos besamos y a partir de ahí -por lo menos yo- empecé a quitarme como los cuarentaydos pantalones que tenia puestos, porque yo si que le tenia unas ganas enormes a Fabiola y había intentado mas de 655 veces tener algo con ella pero ella no me daba nada.
Nos fuimos para el carro de la Fernández y en el parqueadero nos encontramos con varias parejas de travestis que estaban ensayando escenas para película porno oiga! Y Fabiola y yo absolutamente desaforados también y ahí nos manoseamos muchísimo y resolvimos volver a entrar pero en el camino de regreso nos entro la arrechera de nuevo y sin nada de tristeza decidimos perdernos saber quien quedaba de reina y mas bien nos fuimos a tupirle al miriñaque.
El hecho fue que esa vaina fue de locos. Estuvimos dándole hasta muy temprano y al parecer nos quedo una vaina como que enterrada porque tiempo después seguimos encontrándonos muy esporádicamente allá en mi tierra solo para tirar. Después me vine para Bogotá y ella venia a visitar a un novio que tenia, pero se quedaba en la casa de un primo de ella… es decir: en mi casa. El sexo con ella cada vez era mejor, o no se si por lo esporádico era que a mi cada vez me parecía muy rico. Cuando estaba empezando a salir con la que hoy es mi esposa, una día fui a mi tierra y la llame y nos fuimos para una finca y estuvimos 2 días despidiéndonos porque después de ese día nunca volvimos a tirar. Y ese día ella me confeso que todo había comenzado porque esa noche se excitó muchísimo al ver a una mujer tan bella (Tatiana) con verga. (Será eso lo que están buscando los millares de niñas que se las dan de bisexuales en estos días?)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Compadre me descosi de la risa con tanta expresion homosexual que afirmaba sumerce y en cuanto a la ultima frase mmm hombre yo creo que si hay mucha niña (mas por el sector de chapinero) bisexual que pienso que si le gusta una nena con grandes puchecas y polo a tierra estoy de acuerdo con su tesis


saludos

Unknown dijo...

jajajajajajajajajaja...me paso lo mismo que a Murphy... que risa, hombre.. y estaba esperando le escena en la que Fabiola no Fuera Fabiola sino Rafael...

Muy bueno ole...

Giu and Linis dijo...

Hola, estamos por acá de ronda; te invitamos a ver nuestro nuevo blog; a tí y todos tus blogger visitantes