Una cosa encadena a otra.
Se acuerdan que en el post pasado les hable de Marcela?
Pues bueno, ahora van a saber de Marcela.
Marcela era una niña huérfana. La historia de ella era muy tragica porque ni me acuerdo como se habia muerto su papa, pero si me acuerdo como se murio su mama. Ellos vivian en frente de la via mas famosa de toda suramerica: la panamericana y un dia el hermanito menor de Marcela (eran 2 niñas y 2 niños) se atravesó la panamericana y la mama salio corriendo a quitarlo de la vida y preciso, pasó una tractomula y acabó con la vida de la mama de Marcela. El hermanito de Marcela adquirio un trauma que no lo dejo hablar por muchos años y entre ellos y a sus familiares se hicieron cargo de si mismos.
Marcela entonces vivia con sus hermanos en un viejo segundo piso de una casa del centro de mi ciudad y allí tenian un negocio de fotocopias. Mazrcela ya habia ingresado a la universidad y su hermana estudiaba conmigo. El hermano mayor ya estaba a punto de graduarse y el hermano menor tenia una habilidad tremenda con sus manos.
Marcela tenia novio... Beto. Beto era todo un "chacho"... recien graduado de la universidad, bacansote, pinta, tenia moto y plata... factores que nos hacian diminutos a todos los demas admiradores de Marcela. Pero Beto era tan cotizado que tambien tenia muchas mujeres detrás de el. Una tarde muy tarde, Marcela estaba sentada dentro del carro de una de sus primas. En esas oyó el sonido de la moto de Beto, era un sonido inconfundible porque era una Honda 145... la única que habia en mi ciudad y sonriendo vio como Beto llegó a una tienda que habia 10 metros mas adelante de donde estaba parqueado el carro y Marcela se quedó esperando a Beto, quien sin darse cuenta que estaba siendo observado, entró a la tienda y salió segundos después con un cigarrillo en la boca, mientras Marcela esta supersorprendida porque con ella Beto nunca fumaba. Inmediatamente Beto prende la moto y se dirige a otra casa que quedaba en el costado de enfrente de la tienda, esta vez a unos 20 metros de donde estaba parqueado el carro y timbra en la puerta y sale una nena que era medio amiga de Marcela y Beto la saluda con un efusivo abrazo y beso en la boca. En esos momentos se sube al carro la prima de Marcela y encuentra a Marcela casi que gritando y la calma a pesar de su angustia. Inteligentemente la prima decide echar reversa y convencer a Marcela que era mejor que confrontara a Beto para saber si el le mentia a ella. Por la noche, Marcela recibe la visita de Beto, quien como si nada, llega a jurarle amor eterno a Marcela y ella empieza a tratar de sacarle la verdad y el no suelta ni una. Hasta que Marcela le dice que el le esta siendo infiel con fulanitadetal y el lo niega llegando a jurar por su propia madre. En esos momentos Marcela le cuenta que ella mismo lo vio y a pesar de todo el lo niega una vez mas y sale de la casa de ella tirando la puerta y simulando una gran rabia por la supuesta injusticia que se estaba cometiendo contra el. Beto ya era abogado.
Beto tuvo un despecho tenaz... de esos de hasta graffitti en frente de la casa de ella, el buscó por todos los medios la reconciliación y tuvo que resignarse porque Marcela nunca quiso volver con el. De hecho, Marcela no quiso tener nada con nadie durante mucho tiempo.
Mi hermana tenia un novio caleño. Un dia, él decide invitarla a conocer a su familia y amigos en Cali y mis papas no la dejan ir sola... deciden darle el permiso si y solo si yo los acompañaba. A mi me parecia remamón el plan, pero todo cambia cuando a mi cuñado se le ocurre que yo invite a alguna de mis amigas. Definitivamente yo no tenia amigas decentes muy liberadas... las liberadas no eran muy decentes que dijeramos y la visita a Cali era mas bien de altura... hasta que me acorde de Marcela, que ya que no tenia papas, pues no era tan dificil conseguir la salida de ella de la casa a pasar un fin de semana fuera de mi ciudad.
Marcela habia cogido una actitud mas lesbiana que cualquier cosa... pero tambien sin mujeres a su alrededor y por eso tambien se habia vuelto remamona. Ya no salia a rumbear ni a comer, ni le gustaba recibir visitas ni nada. Estaba dedicada a su estudio y nada mas y por eso prácticamente nos habia espantado a mi y al resto de admiradores.
Cuando le extendí mi invitación me dijo que me contestaba por la noche cuando saliera de mi colegio. No le paré ni cinco de bolas a las clases ante la posibilidad de que la mamasota, bombonsote y hembrota de la Marcela se decidiera acompañarme a Cali.
Uno de los axiomas de mi vida ha sido que todo lo que yo he deseado mucho... nunca lo he tenido... bueno... eso ya lo he ido perdiendo porque ya se como desear algo para que si se me cumple...jejeje.
MI gran sorpresa fue que Marcela aceptó el paseo. Al otro dia estabamos embarcados hacia Cali en el jeep suzuki sj410 de mi cuñado, superincómodo y con un dolor en las mejillas ni el jijuemadre, ocasionado por la sonrisa que me acompañaba desde la noche anterior y con la que seguramente estuve hasta cuando pude dormir las 2 o 3 horas por las que concilié el sueño por los nervios ocasionados por la expectativa de salir de paseo con una de las mujeres mas espectaculares de mi ciudad.
Todo el sabado fue de maravilla. Almuerzo en el Club Colombia, tarde en Unicentro y noche en el Village Game, que era una de las mejores discotecas de Cali en esos dias. El domingo nos fuimos para Calima y ya por la tarde decidimos irnos a caminar "por ahi" con Marcela quien habia cambiado totalmente su forma de ser ya que habia dejado de expresar con sus palabras y con su actitud esa frase que la acompañaba desde que habia terminado con Beto: "todos los hombres son una porqueria".
En la caminada no hubo nada... solo palabras y una que otra abrazadita, a paesar que yo me moria por robarmele aunque fuera solo un beso andeneado. Por la noche, al regreso, salimos a comer y a rematar el paseo y llegamos bastante prendidos al apartamento donde nos estabamos quedando y esa noche pudimos dormir juntos a pesar que no huno el mas mínimo contacto sexual a pesar que mi verga se empecinaba en salirse de la pantaloneta con la que dormia.
Al otro dia (lunes de puente), cuando ella se despertó, yo ya habia planeado con mi cuñado toda una estrategia en la que tenia puestas mis esperanzas de que de ese dia esa niña no pasaba. Desayunamos entre muchas risas y juegos con la comida y cuando termino de arreglarse me llamó a decirme que por favor la llevara a la terminal de transportes porque ella se devolvia para mi ciudad. Yo no lo podia creer y a pesar de todos los esfuerzos mios, las palabras de mi hermana y los planes que le pintaba mi cuñado... no tuve otra opcion que irla a dejar al terminal y en medio de mi decepción, seguir diciendole las palabras que le habia dicho a lo largo del fin de semana.
Obviamente a mi el fin de semana perfecto se me desbarató y mientras mi hermana y cuñado vivian una apasionante luna de miel adelantada... yo me sumergia en la mas terrible depresión que me llevó a llamar a uno de mis mejores amigos, que estudiaba por esos dias en Cali (bueno... ahi no solo estudio, sino que tambien se graduó, se caso, tuvo hijos y todavia vive alla) y le dije que me recibiera alli por ese resto de dia. Luisfer encantado me recibio y no podia creer que yo habia tenido la oportunidad de haber llevado a Cali a la hembrota de Marcela R. y mucho menos creia que hasta habia podido dormir con ella y que yo no le hubiera mandado ni siquiera "un viajao" lleno de malas intenciones. Toda la historia se la he contado acompañado de una botella de "Blanco del Valle", uno de los mas fuertes brebajes que existen en el suroccidente colombiano (porque aguardiente no es otra cosa que un eufemismo para una bebida que lo hace a uno cometer las mas grandes estupideces y aciertos que solo se ven asi, porque no hay otra manera de justificar lo que se hizo).
El hecho es que el aguardiente me lo bebi casi todo yo y termine en una de las peores rascas de mi vida... hecho pedazos... hecho una piltrafa que no era capaz de levantarse de una mecedora en la que me habia desparramado desde que nos sentamos en el balcón del cuarto alquilado de Luisfer que daba hacia la calle y que tenia la misma longitud de las escaleras por las cuales se llegaba al acceso principal de la casa.
El efecto del aguardiente no se hizo esperar y con la ayuda de mi amigo empecé a recorrer la baranda del balcón, de costa a costa como dicen los gringos... vomitando hasta el pastel que me comi en mi primera comunión... y dejando la evidencia sobre LA TOTALIDAD de la escalera. Tal fue la cochinada que a eso de las 9 o 10 de la noche, cuando llego la dueña de la casa... oiamos desde el cuarto de Luisfer, la exclamación de la señora diciendo: "uy jueputa, que fue esto vé?.... pareje que aqui ha venido un poco de gente a vomitarse vé!... uy jueputá... me unté" y nosotros mientras tanto nos cagabamos de la risa desde arriba. La señora estuvo lavando sus gradas como hasta la 1 de la mañana y hay que ver la chismoseria de los caleños, ya que muchos vecinos salieron solidariamente a acompañar a la señora e incluso habian 2 señoras que aseguraban que habian visto a un grupo de hinchas del américa que habian estado sentados en las gradas de la casa y que seguramente habian sido ellos los que se habian vomitado alli. Por supuesto, al otro dia nos levantamos con maletines, para hacerle creer a la señora que recién llegábamos de viaje.
A la llegada a mi ciudad, yo ya habia medio exorcizado mi "obsesión" por Marcela y no quise ni siquiera llamarla. Como la psicologia inversa funciona mas que todo con las mujeres... una noche de esa misma semana, Marcela tuvo una actitud que nunca habia hecho: fue a buscarme a la salida de mi colegio y en ese momento -además de recalcar una y otra vez que ella nunca habia hecho eso por un hombre- practicamente nos dijimos todo lo que nos habiamos tenido que decir en Cali, es decir, ahi nos dijimos que nos gustabamos y quizas por los mismos nervios que me dieron en esos momentos, no fui capaz -n u e v a m e n t e- de "mandarle un viajao" por un beso. Estúpido, idiota que es uno.
Después de eso fue practicamente imposible volver a ver a Marcela en un plan romántico o medio romántico. Siempre fue en planes llenos de gente o en planes que no nos daban ningun tipo de respiro para concretar algo que la verdad a mi me daba como medio miedo tener... era algo que yo no creia capaz de merecer o de asumir.... Yo... novio de Marcela R?... imposible! eso es mucho para mi!
Quizas lo mejor fue dejar ese amor platónico. De hecho hace mucho, mucho, mucho tiempo no veo a Marcela R... quizas unos 15 años... pero se, por intermedio de personas que la conocieron gracias a mi y que se hicieron amigos de ella gracias a mi, que ella sigue estando muy muy bellla, que tuvo una hija y que se caso con un tipo que la cuida (vigila) demasiado... quizas algun dia la vuelva a ver y quizas ya en ese momento se me quite el miedo de mandarle su viajao.
2 comentarios:
Tienes razón, uno aveces es una gu..a, y se pasa la vida arrenpintiendose de lo que pudo ser y no fué.
Lo vivi, lo sento y hoy 7 años despues todavia es mi añor platonico...
Me gusto mucho esta historia...
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