dia de la secretaria

siempre dije en un dia como este: hoy los moteles se mueven solos!
Tengo practicamente 2 secretarias, dos buenas secretarias... tan buenas que prefiero considerarlas como mis asistentes, una mas que la otra porque me ayuda mas. Pero ese no es el problema. El problema es que las dos... estan buenas... una mas que la otra por supuesto, pero aqui todos estamos enredados. Los 3 somos casados y al parecer felizmente casados. Sin embargo hoy me puse de chistoso a decirles que me las iba a llevar de paseo a un motel y ustedes no se imaginan las risitas que les dieron a ellas dos. Risas muy nerviosas, pero risas tan picaras, tan, pero tan picaras que hasta se me paro!
Y lo mejor del cuento es que estoy seguro que en esos momentos el que menos se imagino como seria el trio fui yo.
Uno de los primeros consejos que recibi cuando empece a trabajar fue el archiconocidisimo: "uno no puede meter la verga en la nomina".
El primero que lo metio fue Luchito. El se vino desde nuestra tierrita a trabajar en un cargo importantisimo (en ese tiempo, a ese nivel era la maravilla... ahora, ya estando aca y sabiendo como es que es la vaina, era un puesto mas). Bueno, el cuento es que Lucho tenia una "Yayita" de secretaria. Un culo el berraco y una sonrisa de buen catre que no podia con ella. Por supuesto a Lucho le importo un culo el cuento de no meter la verga en la nomina y termino acostandose con la vieja a los 21 o 23 dias de empezar a trabajar alla. Yo estaba cumpliendo la labor del buen amigo... me habia dedicado a acompañar a la novia de Luchito, quien se habia quedado muy sola... casi nos veiamos todos los dias, hablabamos mucho por telefono, saliamos a comer o a pasear y un viernes ella me llamo a decirme que queria tomarse unos traguitos que si la acompañaba. Por supuesto yo me sacrifique y la acompañe. La salida termino en "la playa" que no era mas que un inmenso parqueadero para los carros de las parejas que quieren conversar mucho mucho. Despues de "conversar", esta mujer me suelta la perla: "Imaginate que llame a Lucho y la secretaria me lo empezo a negar y no me lo queria pasar, hasta que la vieja se despecho diciendome que ya no llamara mas a Lucho, que ella era la novia de el y que el no queria saber nada de mi", por supuesto yo quede con la boca abierta pero mas por el hecho de que yo habia sido vulgarmente y deliciosamente utilizado. Por supuesto al otro dia todos los amigos estabamos llamando a Lucho quien orgullosamente hablaba de su nuevo logro como gran ejecutivo, sin sospechar ni siquiera que su secretaria habia decidido ella "terminar" con su novia. (Nota de la redaccion: estamos hablando de hace mas o menos unos 15 años, cuando no habian celulares, internet y las llamadas a larga distancia eran bastante costosas y uno hablaba con la novia o el levante de tierras lejanas por ahi 1 o 2 veces por semana). Luchito tuvo todo el domingo por la tarde para arrastrarse sin lograr el mas minimo apice de perdon y reconciliación y para preparar la andanada con la que dizque iba a mandar a la mierda a la secretaria. El problema... - y eso no lo habia pensado luchito- era ademas que el no era ni ordenador del gasto ni nominador, ella era "de carrera administrativa" y no podia ser echada simplemente por un polvito con el jefe. Cuando llego a la oficina, con mas horas de insomnio que de sueño, esperaba que apenas entrara por la puerta y ella lo recibiera con su espectacular sonrisa, el la haria entrar enseguida a su despacho para literalmente despacharse contra ella. Pero Luchito se equivocó. Abrio la puerta y no habia nadie. Entro a su oficina y se dedico a perfeccionar la retahila contra la secretaria... hasta que mas o menos 1 hora despues se va apareciendo la secretaria con un miembro del sindicato, la jefe de personal de la entidad en la que trabajaban y un representante "del ministerio público" (Procuraduria General de la República) a quienes hacia poco habia convencido que Luchito, nuestro querido Luchito no era mas que un acosador sexual, que no seaguantaba un minuto mas sus insinuaciones y que ella necesitaba un traslado inmediato y que por eso iba a la oficina solamente a retirar sus cosas sin siquiera decirle a su fugaz amante: "adios papi".