lunes, octubre 29, 2007

Sucio... sucio

Sucio... sucio... y es que soy un animal... y es que soy un animal...
Así decía un corito de la canción “Un animal” (o algo así) que cantaban “Los Toreros Muertos” hace años y yo lo utilizaré para contarles lo que nadie quiere contarles, lo que todo el mundo se calla, lo que nadie reconoce: el sexo sucio.
Una niña de apellido Torres, que por supuesto a partir de ahora se denominará “La Torres”, era de Ibagué (ah juemadre cuanto detesto esa ciudad!) pero la conocí acá, en Bogota. La Torres era bastante peculiar porque era bajita y algo gordita y de no ser por su capacidad económica y por la amiga con la que compartía apartamento creo que no muchos se atreverían a sacarla o a invitarla a beber como lo hacíamos con Juan Carlos, un amigo que iba un semestre atrás mío en la universidad y con el que yo encontraba alguna afinidad porque los dos (los cuatro contando a la Torres y a la Santa quien era la roommate de La Torres) éramos “de provincia” que es como se les llama a la gentedeotraparte que llega a bogota.

Bueno, un día, cuando todavía no teníamos la confianza del asunto, resulto que me fui a visitar a la Torres ya que en esa época estudiantil, uno tenia que valorar mucho las amistades en esas fechas de finales de mes que eran tan agobiantes para los que esperábamos giro de la casa y además la Torres no solo siempre tenia comida en la nevera, sino también cocinaba deli. Ella vivía en el muy, muchísimo, muy reconocido barrio “Cedritos”, llamado por mi “Lejitos” y lugar donde se aposentaban la mayor cantidad de provincianos que llegaban a estas latitudes, dizque porque el barrio era bonito y barato, aunque ahora ya no es tan barato –ni tan bonito- y creo que será uno de los primeros en caer en el momento del tan anunciado y próximo e inminente Terremoto de Bogota. Bueno, ese día encontré a la Torres algo deprimida por ni me acuerdo que razón, el hecho es que la depresión no era nada tan grave que una botella de Tapa Roja no pudiera quitar, por supuesto yo sacrifique mi estudiada de ese día y me dedique a partir los limones y a acompañar un poquito a la Torres mientras ella cocinaba un arroz atollado –que le quedaba buenísimo- que nos ayudo a superar la bebeta que nos pegamos esa tarde y noche.

Medio borracho acepte la invitación a quedarme a dormir en su apartamento y aprovechando que La Santa no estaba, La Torres me dijo que yo me acostara en la cama de ella, mientras ella dormiría en la cama de La Santa. Como no había ningunas malas intenciones de por medio, no hubo ni el mas mínimo intento de tirarme la amistad y por consiguiente de tirarme la comidita que casi siempre acompañaba los encuentros con La Torres.

Solo casi al amanecer, cuando el guayabo madrugador ataca a los que hemos bebido antes de las 4 pm, me di cuenta de las primeras cochinadas de La Torres. Resulta y ser que debajo de una gruesa y pesada capa de cobijas yo empecé a sentir una vaina medio rara y después de hacer la inspección con mis pies, pude encontrarme unos cucos que supongo eran de la Torres… lo malo fue que no solo los cucos estaban sucios sino que también tenían una huella leve pero al fin y al cabo huella de la llegada de Pacho o algo bastante similar. Inmediatamente los tiré a donde creí ver ropa sucia y me hice el guevon. Al rato y con la obsesión de creer que había algo mas entre las cobijas y la sabana, me levante y quite las cobijas… encontrándome con algo que no buscaba pero que después del antecedente de los cucos no iba a hacérseme nada raro: la sabana manchada de lo mismo… guácala! Que hacia ah??? No jueputa, se me quito el sueño (y eran como las 4 am recién) me desesperé y en vista que no iba a quitar la sabana porque presumía que el colchón habría recibido dosis iguales o por lo menos algo había alcanzado a filtrar, pues puse la sobre sabana que después de ser cuidadosamente revisada, pasaba la prueba de ser utilizada y solo así pude conciliar el resto de sueño que tenia a mi favor, aunque las cobijas me picaban y la sensación no era la mas agradable del mundo.

Bueno, eso paso casi desapercibido de no ser porque cuando la Torres entro a la habitación se dio cuenta que yo había tirado los cucos sucios y la sabana sucia encima de unas flores secas que tenia en un rincón de su cuarto y no se si fue por el golpe o por la reacción de las flores cuando recibieron los aromas de las piezas textiles, que se perdieron una considerable cantidad de pétalos, lo cual ella lamento muchísimo y prácticamente me puteo por habérmele tirado las flores que le había regalado una tía que era feliz haciendo ese tipo de esperpentos.

El hecho fue que con Juan Carlos, la Torres y la Santa nos fuimos haciendo mas compinches que amigos y un día en medio de una rumba no enredamos Juan Carlos con la Santa y yo con la Torres y terminamos dándonos besos en cualquier esquina de la Jiménez a eso de las 11 o 12 de la noche, mientras algunos transeúntes se bajaban de la acera donde nosotros estábamos, creyéndonos atracadores disimulando o algo así porque de verdad no coincidía mucho que yo, un tipo de 1.90 de estatura estaba en acción ligeramente romántica con una vieja de unos 1.50 por ahí y mucho menos que Juan Carlos, un tipo algo poco agraciado, estuviera en pleno romancete con la Santa que tenia pinta de modelo… bueno de modelo no… de impulsadora mas bien.

Después de ese día yo ya casi no quería volver a ver a la Torres porque yo no se si fue por algunas empanadas o algo que ella hubiera almorzado, ella estaba lista para dar toda una voz de aliento… de ajo.

Juan Carlos por el contrario no veía la hora de volverse a ver con la Santa porque el tipo no solo nunca había tenido una mujer de ese nivel, sino que tampoco nunca había TENIDO una mujer… ustedes saben a que me refiero exactamente.

Juan Carlos fue un día a mi apartamento y me rogó y rogó para que saliéramos con las dos féminas y yo le insistía en que el saliera solo con la Santa pero el no quería reconocer que yo era simplemente un objeto y que el me estaba utilizando porque al parecer del apartamento de Cedritos venían presiones para que yo acudiera al llamado del amor con La Torres. Al final Juan Carlos cuadró una comida en la residencia de las niñas y yo, corto de presupuesto, decidí acudir con las ganas de degustar algo bien rico, tomarme mis guarilaques gratis y con la firme promesa de no caer ante las tentaciones de la carne… yo antes de salir juraba y comía mocos que esa noche regresaba invicto.
Obviamente la idea era emborracharnos o al menos emborracharme para ver si yo, cual reina virgen, me dejaba coronar… porque ay juemadre si habia “taparroja” ese día… como si alguna de ellas fuera hija del gerente de la licorera del Tolima… yo no se si por el impacto de lo que paso o porque mi memoria quiere hacer un playback selectivo, no me acuerdo bien, pero creo que en ese apartamento esa noche había media caja de botellas de aguardiente esperando a ser destapadas y bebidas.

Después de la seguramente deliciosa comida –ni me acuerdo-, a la Santa se le ocurrió sacar grabadora y poner el cassette de moda –si no me equivoco era el despegar de Ivan y sus BamBam o de los de “los 50 de joselito” o algo así porque hubo demostración de coreografía y que tal… eso entusiasmo muchísimo a Juan Carlos quien no dudo ni un minuto en atacar por el flanco mas débil y en cuestión de segundos estaba llevándose –seguramente con engaños… como lo hacemos los hombres- al cuarto a la Santa, para de ahí nunca mas salir en el resto de la noche. A mi el show, les digo la verdad, no me motivo… pero no porque yo sea muy exigente o algo así, no… solo no porque a mi mas deseos me provocan las pantorrillas de Andrea Nocetti que las bailarinas de grupo de chucuchucu.

Siguiendo con el relato… y mientras tanto yo casi con el cuello en el desnucadero, decidí jugarme la única posibilidad que podría tener para salir invicto, que era tratar de embutirle todo el trago posible a la Torres a ver si se dormía y así yo poder escapar de esa tragedia que inminentemente se me venia encima. Yo no se si ella ese día se hizo algo… o comió chicharrón de marrano medio crudo o no se que paso, pero el cuento era que yo ya estaba completamente borracho y ella parecía recién bajada de las gradas de una fiesta de 15 años… si… ella ese día me emborracho… y lo peor… se aprovechó (o abusó) de mi.
El hecho es que a pesar de la casi inconciencia yo ese día sentí lo que no había sentido antes… los olores de la Torres… la halitosis de ella no era nada comparada con lo que emanaba de su cuerpo, de sus axilas, de su cuello tan salado, de sus tetas dulces, pero no dulce como el del arequipe, sino dulces como una aguapanela muy aguada, del sudor de sus pies… la pecueca de una bailarina o una corredora de marcha no son nada comparadas a la esencia de los pies de la Torres! juemadre! Pero lo peor si era la combinación a olor a mierda y a pescado que salía de su florecita… o mas bien de su ramito de flores podridas que tenia en medio de sus piernas. Para completar, a pesar de la borrachera pude distinguir claramente que a ella la podían llamar como llamaban a una legendaria puta de mi ciudad: “la peluda”…
El asunto es que a veces uno dice cosas como: “a mi me toco ver un accidente”, o “me toco ver a los prisioneros”, o “me toco meterme al charco”… pues ese día a mi me toco comerme a la Torres porque…uno ya empeloto, con la verga parada, arrecho, borracho y además ya digámoslo así… por pura decencia porque la niña –por fuera- lucia mas o menos bien, por dentro también era una buena persona… el problema era “en medio”, es decir, en la piel mas que todo, entre el maquillaje y la carne pulpa. El sexo estuvo bien… medio arrebatado que es como me gusta, medio desordenado… sin libreto.

Y me toco despertarme con el hedor…

Un primo aseguraba que el semen no huele, su hermano le contestaba que si quería el le echaba un poquito de semen en un algodoncito y se lo dejaba encima de la mesita de noche a ver si al otro día no le olía alguito… nunca se hizo el experimento…

Pero ese día a mi también me toco sentir el hedor, la combinación: hombre sudoroso y que se viene+mujer cochina (y que ni idea si se vino o no)+sexo nos daba un ambiente verdaderamente repulsivo. No era el olor propio de una comida en descomposición o de un muerto… pero ah juemadre que molestaba!. Yo definitivamente madrugué!, me levante como a las 5 de la mañana con la disculpa que yo me iba a un viaje que surgió de buenas a primeras y que no me podía quedar un minuto mas en esa casa… y simplemente salí corriendo.

Juan Carlos me llamo como 10 o 12 horas después a contarme sus peripecias y a convidarme de nuevo a hacer visita esa misma noche, ante lo cual solo me toco decirle: “andá vos solo granhijueputa!”.

jueves, octubre 25, 2007

recordando viejas cosas

Esta es una historia que me dio por escribir cuando seguramente estaba en un periodo de receso en mi ciudad, ni idea porque la había guardado en el computador, pero me la encontré y me pareció medianamente buena para ser publicada en mi blog… ahí si… si no les gusta, los entiendo, los comprendo y los madreo porque a mi si me gusto.

“La Gotera se quedó sin cogerse”

Mi mamá me tenia verde con el cuento que tenia que subirme al tejado para “coger” una gotera.

A quien se le ocurriría inventarse el termino “coger” para eliminar la gotera que traspasa y no deja dormir en paz?. Porque coger la gotera es tal cual como coger un hueco, algo dificilísimo!. A una de las bellezas de mis nosecuantos primos que jodía mucho le decíamos que mas bien se fuera a coger un hueco. El, muy juicioso y literal se iba para la huerta a traernos una manotada de tierra que nos echaba en la ropa en el mejor de los casos mientras nos gritaba que le hueco se le había escapado y que la tierra era la muestra de que casi lo había cogido.

Bueno, el hecho era que yo ya estaba en el borde del techo y empezó a ver pasar gente. Primero pasó una profesora que es mamá de una ex reina chusquísima, a toda carrera, a medio día cuando el sol da durísimo. Debe ser tenaz irse a trabajar apenas uno acaba de almorzar no?, salir corriendo cuando todavía el jugo del almuerzo va recién por las amígdalas y con todo el sabor de la crema de dientes que se quedo ligeramente adherida a la comisura de los labios (por eso es que los besos apenas uno se cepilla los dientes son taaan ricos!).
La profesora seguro que va bien lejos, al menos a unas 15 cuadras, seguro que va tarde porque camina muy rápido, se demora mas o menos 40 segundos por cuadra, está fácilmente a 10 minutos de su destino y seguro que solo tiene 5 para llegar... Y eso que la hija reina se debe estar ganando un pocote de plata, tanta que seguramente los papas no tendrían que trabajar, quizás hasta les este mandando la plata para que le echen gasolina al carro que permanece guardado en el garaje de su casa y que solo sale los viernes y domingos para llevar a sus dueños a hacer mercado y para el almuercito dominguero respectivamente.
Los papas viejos son así, activos todo el día y prefieren salir a pie que en carro. Por eso les da tan duro una pensionada. Un primo medico me reafirmo la idea de que entre ellos aseguran que los pensionados que se quedan en la casa se enferman inmediatamente, cosa que al parecer se ve mucho en las EPSs. Entonces como será con esos pensionados de Foncolpuertos que salieron a no hacer nada cuando apenas cumplieron 25 años? Será que ya se han muerto algunos?

Al rato pasó este muchacho que va todos los días a recogerle el canasto a su abuelita (o será la mamá?) a la galería. Ese tipo es la muestra de que yo también debo estar envejeciendo. Tiene la misma cara pero el tiempo se ha fijado en él. De la lampiñez total de la prepubertad, pasó al mediobozo, al bozo y ahora al bigote. Tiene cara de viejo ya, como cara de papá. Por eso es que yo quería disfrazarme este 31 de octubre de “papá”, porque la pinta la debo tener, el juicio todavía no (y quien sabe cuando) y las posibilidades de fertilizar a alguna mamacita seguro que están dando vueltas por ahí.

También pasó Gerardo, que fidelidad de tipo! Todos los días trabajando con los papás, el papá se murió hace poco, ya casi ni me acuerdo de el. La mamá sigue dándole duro a la vida, debe tener un pocotón de años... y Gerardo también, porque el tipo es uno de esos que nunca cambia, claro que ahora le han empezado a salir canas en el pelo y bigote; debe ser por la cargadera del canastico lleno de cosas y rematado por un periódico doblado que siempre va encima. A Gerardo ni una novia le conozco, ni siquiera lo he visto echándole el ojo a los especímenes de la cuadra, ni siquiera voltea a mirar a la ex reina que ya les dije ni a algunas de las niñotas que pasan por aquí.

Por cierto, dicen que quedar de reina es “muy lindo” pero también muy tenaz, porque hay que cumplir con una cantidad de compromisos. Claro que ser mas tenaz todavía es no quedar de reina por todas las ilusiones que se hace una candidata, por toda la plata y el tiempo que le botaron al concurso no? Y sobre todo por ir a mostrarse delante de un poco de gente, de mostrar que tienen unos atributos, atributos que suelen verse mejor cuando ya no están de reinas, es decir, en la casa, los amigos, el novio, los novios, la gente de la calle que se queda mirándola cuando pasa y cuando saben que ella ya fue reina.

Pobre reinas… prestarse hasta para verse lo menos inteligentes posible?, Porque hay que reconocer que las preguntas que les hacen es como para decirles ustedes son de principio brutas!, claro que les vamos a dar la oportunidad de que se reivindiquen un poco y les vamos a hacer una preguntas complicadísimas como esta: “si Ud. se quedara en una isla desierta y tuviera una sola oportunidad de llevarse algo... que se llevaría? Dificilísimo!!! Que tal? Yo me pongo a pensar y no he podido reducir la lista, es mas, a cada rato se me aumenta: a mi mamá, mi papá, mi hermana, la perrita, comida (y bastante!), la cama, la tv, un radio, una linterna, el computador con internet, una navaja, un plástico, ropa, un Cristo, un libro, una novia, agua, un vaso, unos cubiertos con plato y todo, etc... miles de cosas. Yo por lo menos he tenido varios meses para pensarlo, pero a las candidatas solo les dan como 1 minuto y están enfrente a un poco de gente pendiente de descalificarlas... que pruebita de inteligencia no?.

Ahora pasa el muchachito que saca a pasear a una perrita. Ese peladito será como “recogido”? Yo lo he visto trabajando bastante, y desde pequeñito que es peor, allá al voltear lo vi ayudando a hacer manjarblanco, lo he visto bajando leña, empujando un carro y ahora sacando a pasear a Tara. El muchachito estará estudiando? Porque por lo menos hay que creer que el estudio sirve para hacerlo a uno “alguien en la vida”… pero será que por ejemplo el “Mono Jojoy” si estudiaría? Acaso el no es alguien en la vida? O cualquiera de esos comandantes (o comediantes de la guerrilla?).

El cuento es que el estudio lo va elevando de status. A ver, si Ud. estudia bachillerato la cosa no importa mucho, porque ahorita el bachillerato solo sirve para entrar a la universidad, pero si ya está en la universidad ya empiezan a contar otros factores como por ejemplo: en cuál universidad?; los de los Andes tienen la ventaja sobre el resto del país porque todos ni nos imaginamos la plata que se paga allá, y porque uno perfectamente va a poder encontrarse en clase –o hasta en el grupo de estudio- con el hijo de cualquiera de los dueños del poder, que cualquier día de estos va a actuar como el que lo va a sacar de un lío a uno. Los de la Nacional, porque se ha creado el estereotipo que los que estudian allá son los más pilos, los que se han destacado como inteligentes y capaces.

Pero no se porque se me ha metido en la cabeza que uno puede también tener ventaja así sea estudiando en la universidad “Luís Rodríguez” (que no existe pero no demora en aparecer); porque al fin y al cabo la enseñanza ya va en la “postgraduitis” que nos ha inundado ahora uno no puede quedarse sin estudiar. Ya no sirve estudiar en la casa, sino que hay que meterse en un postgrado, maestría, especialización o doctorado. Porque es que hay un poco de cursos, seminarios, diplomados y similares que no tienen la misma relevancia de una especialización.

Que jartera… ya empezó a lloviznar y no pude coger la gotera y ni siquiera puedo seguir viendo pasar gente.

lunes, octubre 22, 2007

dos cositas...

La primera es que me parece completamente absurdo que algunos bogotanos esten pensando en votar por Samuel Moreno para Alcalde cuando no solamente el tipo dice que el esta dispuesto a comprar votos (cosa que es extraña porque lo reconoce, pero que es un secreto a voces entre todos los candidatos menos creo que en el caso de Juan carlos Florez y de pronto otro por ahi), sino en lo que me parece mas grave: que hará una amnistia para los conductores de servicio público que tengas multas !!!! ah??? habra de oirse cosa igual??? no seamos tan pendejos ah?. Esos hps (que no son ni mas ni menos que hijueputas) por que se van a merecer eso ah? sino hacen mas que violar las normas de transito!... Y los que hemos pagado las multas que? yo solo tengo 1 en mi historial como conductor, pero la pague... y a son de que estos hijueputas no tienen que pagar las 20 o 30 multas que al minimo tiene cada uno ah? eso no sera una compra de votos descarada? ahora seguro que Moreno va a salir a decir, como dijo acerca de su aceptacion a la compra de votos, que tambien se equivoco...

La segunda. En un viajecito que hice, pude comprar un florero de cristal a muy buen precio, eso es algo a lo que los hombres no estamos acostumbrados, a ver la belleza del cristal. Pues bien, ayer nos fuimos a hacer mercado y mi esposa que no es muy hacendosa ni muy ama de casa que digamos -ella es excelente en su trabajo-... muy querida se puso a organizar el mercado y esta mañana cuando me levante, me bañe, fui a la cocina a prepararme algo de desayunito, pude descubrir que el brillante florero esta sirviendo para poner dentro las ramitas de perejil y cilantro que tanto pide la empleada...
Por favor, que alguien me acuerde que esta tarde tengo que llevar rosas a mi casa.

miércoles, octubre 17, 2007

animales???

Hace unos días me fui a un evento, un evento bastante grande y empecé a mirar los diferentes comportamientos de cada una de las personas que estaban mas cerca de mi. Como yo estaba prácticamente solo y en una posición algo privilegiada, pude apreciar muchas cosas que en realidad no son mas que gestos o actitudes gestuales pero que cuando se repiten y repiten y repiten, se convierten en cosas hasta chistosas.

Por un lado estaba un tipo que se daba la bendición a cada rato, mejor dicho, cada que iba a emprender una de las acciones que se estaban llevando a cabo durante el evento, el tipo estaba jugando a algo y cada que le tocaba su intento, el se bendecía… pensaba yo para mis adentros… si bendiciéndose no acierta… que pasaría si no se bendiciera? Y estuve a punto de decírselo, pero los que estaban con el se le burlaban por el hecho de bendecirse, entonces… para que me iba a meter?. Llego un momento en el que el tipo le dio la espalda a todo el mundo, simulo amarrarse sus zapatos para poder bendecirse.

En otra situación, a algunos niños y adultos les dio por jugar con una pelota liviana inflable y empezaron a golpear la cabeza de las personas allegadas a ellos y a soltar la carcajada cada vez que conseguían darle duro en la cabeza a alguien… fuera hombre o mujer, niño o grande, no importaba. Al parecer la pelota no causaba dolor pero si asustaba a la gente. El problema para ellos fue cuando los niños empezaron a hacerse los chistosos con gente que no conocían y también les pegaban a ellos, no siempre en la cabeza sino en la parte superior del cuerpo. Esto fue asi hasta que una muchacha ajena -de unos 22 o 24 años- se interesó en el “jueguito” y empezó a buscar como hacerse a la pelota para desquitarse de los 3 o 4 golpes que ya le habían dado a ella.
Ella empezó con los jóvenes y adultos y termino dándole -y duro- hasta a los niños. Había que verla, se despeinó, se le salio la camiseta del pantalón, se cayo una vez y creo que hasta se le tuvo que romper el pantalón y al final estaba toda colorada (ella era bastante blanca, muy rola…) y termino prácticamente alegando con los papas de unos de los niños quienes seguramente le reclamaban algo asi como: “bruscos…no!”. Yo podría resumir que esa mujer “perdió su compostura”. Lo raro del asunto era que ella estaba en un grupo con 2 muchachas y 3 muchachos mas, es decir que estaban emparejados… que si le gustaba o no su parejo, ese no es el punto a tratar aquí, pero que tal que en realidad se tratara de una primera cita o algo así… yo de pretendiente salgo corriendo! … porque semejante loca.

La tercera escena fue la de un muchacho solo que empezó a medio moverse muy disimuladamente con el ritmo de la música… todo bien. Pero lo chistoso vino cuando empezó a practicar un pasito que seguramente le había costado aprenderse tras horas y horas de ensayo frente al espejo del baño. El pasito era algo así como un “cuadradito” pero que incluía un movimiento del torso y un par de movimientos de hombros, mas o menos similares a la reacción cuando a uno le echan un cubo de hielo en la espalda. Lo mas chistoso era cuando comentaba con un par de personas a las que yo ya les había hecho caer en cuenta que a pesar de los 40 o 50 diferentes ritmos musicales que amenizaban el momento, el tipo insistía en perfeccionar el pasito y adecuarlo a cada genero musical. Así estuvo 6 u 8 horas hasta que al final lo vi dormido en un espacio medio vacío que quedaba y seguramente estaba soñándose con el pasito porque me parecía que seguía moviendo los hombros para evitar el contacto con el hielo.
Vi a una niña que no hizo sino tragar durante toda la tarde-noche. Y no era gorda. Era bastante delgada pero ese día como que no había desayunado ni almorzado, de hecho hasta podría no haber comido el día anterior. La niña fue generosa con la gente que estaba siempre y cuando no estuviera comiendo proteínas o gaseosa. Ofreció papitas, chitos, agua, crispetas, galletas, etc. Pero cuando estaba comiéndose un perro caliente no lo dejo ni ver. En algún momento también tuvo una hamburguesa pero se retiro fingiendo buscar a alguien y no regreso a su grupo sino hasta que se le había acabado la burguer. Al final la vi con un pernil de pollo que pudo ser una entretención larga porque mantuvo la cabeza del hueso en su boca durante mas o menos 5 minutos mientras que nosotros nos preguntábamos si era que estaba succionando el tuétano, pero no, a final vimos salir la cabeza del hueso enterita.
No deje de preocuparme por una pareja de adultos mayores que al parecer estaban en ese lugar contra su voluntad, porque a pesar de ser atendidos por mucha gente, el señor no hacia sino negar con la cabeza y la señora le decia algo así como “cálmese… tranquilo” cada vez que el señor negaba. El miraba el reloj como si estuviera esperando una llamada y la señora solamente se paro un par de veces a estirarse y a decirle a alguno de sus hijos o yernos que si la vaina se iba a demorar mucho porque volvía desanimada a decirle al viejito quien abría los ojos con cara de verdadera tragedia.

Toda esta mierda que les he dicho para donde va?. Pues simplemente que reflexionando al regreso hacia mi casa me puse a pensar que así somos los colombianos: tenemos fe pero nos burlamos de los mas creyentes, nos volvemos violentos si nos sentimos agredidos, somos persistentes, egoístas y dependemos de muchas cosas de nuestro entorno para seguir adelante. Aquí somos demasiado individualistas, aquí estamos en un “sálvese quien pueda” y nos hacemos los locos, porque ni crean que en nuestro futuro esta la paz o algo que se le parezca… esto ya esta puteado, por mas que las FARC se acaben o los paras desaparezcan, aquí siempre va a haber violencia y tendremos que vivir con ello. Yo no veo que ni siquiera sea bueno pensar en tener hijos porque lo que viene va a ser cada vez peor. Aquí toco vivir con lo que tenemos… como dicen los negros del pacífico colombiano: “eso es lo que hay” y de eso hay… y harto. Ni usted amigo lector ni yo vamos a cambiar el mundo, ni siquiera podríamos cambiar a Colombia, pero de verdad que tenemos que por lo menos ir erradicando eso que nos hace tan salvajes que es la agresión hacia los animales. Que es eso de que todavía exista la tortura a los toros por ejemplo? Que dizque es arte??? Donde????, Arte son los bordados de los vestidos del torero pero no mas. Que se acabaría la especie… pues que se acabe como manda la Madre Naturaleza, por sus propios medios o por la cadena alimenticia pero no a punta de banderillas. Jueputas toreros, no saben lo que me alegro cuando son corneados y cuando mueren… y mas lo son los que pagan por ver esa barbaridad.

Increíble, siglo XXI y todavía existe el coleo. Que tal la belleza ah? Que deporte va a ser eso? Ni para el caballo ni para el toro (2 de 3 no son mayoría?) Que puede sentir el toro o la vaca cuando va corriendo angustiada y un malparido la agarra de la cola y la tira al suelo? Eso que deporte va a ser?… deporte el atletismo triplehijueputas!

Y no es que me haya vuelto vegetariano porque yo si creo en la cadena alimenticia, pero no hay derecho que nosotros insistamos en hacerle daño a quienes nos dan lecciones de comportamiento a cada rato.

Acaso tendremos que estar tan jodidos como algunos de nuestros indigentes para darnos cuenta de los buenos que son los animales?

miércoles, octubre 10, 2007

Great Expectations


Hay una película que se llama “Great Expectations” que es con Gwyneth Paltrow y Ethan Hawke, que me retrae… es decir, me hace pensar y recordar cosas que viví cuando estaba en la universidad y que fueron bastante relevantes en esos momentos en los que uno cree que todo va a ser eterno e importantísimo en la vida futura, pero cuando ya pasan los años, uno se da cuenta que solo son momentos… significativos, pero no definitivos.
Primero tengo que referirme a que cuando presente los exámenes para entrar a la carrera que escogí, la única mujer que era verdaderamente atractiva y que estaba presentado los mismos exámenes era una niña que se llamaba Iris, un nombre que me pareció bacano, quizás ni siquiera es bello, pero si es como sonoro o algo así, medio exótico sin ser ordinario, medio sexy sin ser reguetonero, en fin, un nombre que podría servir para película softcore o para mujer Bond, inclusive.
Iris tenia un par de tetas divinas… o por lo menos, eso parecía y tres de los vaaaarones que estábamos haciendo los exámenes, en uno de los break nos le acercamos (todos al tiempo) para ver que se le ofrecía, a ver si estaba cómoda, si quería salir a tomar algo con nosotros, si quería almorzar con nosotros, si quería sentarse junto a nosotros, si quería dirigirnos la palabra aunque sea, si quería que la dejáramos en paz… bueno, la ultima pregunta no fue necesaria porque su actitud nos la contestó apenas nos le acercamos.
Menos mal la vieja jijuemadre esa era bien bruta y no paso los exámenes… sino nos la hubiéramos tenido que aguantar (y botar la baba por ella) toda la carrera y de pronto hasta nos hubiera tocado hacerle los trabajos y tareas… y soplarle en los parciales… y al final ver como ella sacaba mejores notas que nosotros porque la mayoria de nuestros profesores fueron hombres.
Bueno, la belleza de Iris durante esos exámenes, opaco la belleza algo menos notoria de otras mujeres que si pasaron los exámenes y que emprendieron esa aventura que resulto ser mi carrera profesional y cuya belleza fuimos descubriendo poco a poco, cada uno con una diferente.
Sin embargo, para mi la referencia de Great Expectations no fue sino con una, Alejandra. Alejandra era, siendo algo exagerado… pero no mucho, la 2ª o 3ª mas buena después de Iris. Pero era casada, hecho que note en su reluciente argolla que acababa de estrenar cuando estaba presentando los exámenes.
Ella era artista, pintora, de muy buena familia, aseadita y estaba casada con un medico… plan casi perfecto no?. Era sonriente (damn! como me gustan las mujeres sonrientes ah??), atenta, buena estudiante y se preocupaba por ayudar a los demás… sobre todo a los niños especiales y con dificultades para entender un no, como yo. Me aguantó todo el primer semestre cuando yo la invitaba a salir a rumbear un viernes o un sábado, me aguantó todo el segundo semestre cuando yo le insistía sobre la rumbeadita y me aguantó como la mitad del 3er semestre, cuando ya no le quise insistir mas, además porque me había cuadrado con una mujer que no solamente me gustaba mucho sino que me controlaba mas que mi mama.
Pero resulta que como a los dos meses de haber empezado 4º semestre, durante un almuerzo de nuestro grupo de estudio, que estaba conformado por Marcela, Daniel, Alejandra y yo, me enteré que Hernando, el esposo de Alejandra, había comenzado su especialización y una de las cosas mas importantes en esa especialización era el turno de 24 horas que tenia que hacer cada 4 días.
Cuando salíamos de clase… y sabiendo que ese día Hernando tenia turno… y pretendiendo anticipar la respuesta de Alejandra, me atreví a volverla a invitar a salir a rumbear, me encontré con una respuesta sorprendente que me hizo aflojar las piernas: “a rumbear no, pero a tomarnos un café si”.
Bueno, la tomadita del café no estuvo mal para nada. Como suele ocurrir, la situación es ligeramente incomoda porque uno se siente raro (ojo! esto nos pasa solo a los hombres… a las mujeres no) y empezamos hablando de la universidad… con el 2º capuchino ya nos estábamos despachando con las historias familiares y al 3er capuchino, empezamos a adentrarnos en temas escabrosos como las relaciones que habíamos mantenido cada uno por su lado.
El hecho es que al otro día parecíamos mas amigos entre nosotros dos que entre los 4 que nos la pasábamos para arriba y para abajo en la universidad.
Al 4º día y quien sabe porque estupidez me dio por volver a invitarla a salir, pero ella me dijo que no. Sin embargo, después de almuerzo me explicó que no podía salir ese día conmigo porque tenia un plan de compras con su mama en Unicentro, pero que de pronto se desocupaba temprano y podía considerar que nos tomáramos algo allá. Yo, ridículamente convencido de que no sabia porque yo quería salir con ella, me pegue el viaje (yo vivía en chapinero) y me senté en alguno de los bordes de la fuente que hay a la entrada, a la espera de Alejandra que me había puesto como clave que se acercaría al cajero de davivienda en el caso que estuviera sola y que si estuviera con la mama, ella iba a entrar al Telecom que quedaba al lado de davivienda.
No hubo mama y cuando nos saludamos, yo creo que los dos estábamos botando brillo por los ojos y feromonas por todas partes porque la sonrisa y el gusto de vernos… se noto.
Tampoco hubo café… hubo cerveza, de la vaina esa alemana que hay –o había- allá y hubo mucha mas conversación y mas cerveza de la que yo podía pagar y a pesar de mi indignación, ella ayudo con la cuenta y yo, pasándome de caballeroso, hice el viaje que era una odisea en ese entonces, hasta los cerros de Suba, lugar de vivienda de Alejandra con su esposo. Allá, en esas lejanías estuve mas o menos entre las 10 y 11 de la noche tratando de coger un bus que por lo menos me llevara a unas 50 cuadras de mi apartamento para poder después echar pata porque la plata se me había acabado y no se veía venir un giro cercano o imprevisto por esos días.
Nuestra amistad se iba consolidando de tal manera que los dos días siguientes nos fuimos a almorzar solos ella y yo. Ni Marcela ni Daniel nos alcanzaron a la hora de la salida de clase. Yo aproveche que gracias a las buenas migas y a mi cumplimiento, a mi me fiaban en un restaurante mas o menos decente cercano a la universidad y la invite a almorzar allí el primer día. El segundo día ella me llevo a un club del cual era socia su familia y después nos fuimos a cine, y vimos “Azul”, una película que toca algo del tema de la infidelidad y que nos hizo como pisar el freno, a pesar que yo ya comenzaba a acelerar. Después del cine ella se fue para su casa y yo para la mía, sin que hiciéramos referencia alguna a las ganas que me estaba provocando.
El día siguiente fue muy frío entre los dos y ahí volvimos a reagruparnos con Marcela y Daniel, pero al 4º día decidimos salir del centro apenas terminaron las clases, mas o menos a las 2 pm e ir a cocinar a la casa de Daniel junto con Marcela. Obviamente asaltamos la pequeña cava de la mama de Daniel y abrimos una botella de vino tinto (nota de la redacción: en ese entonces no era tan importante saber si era un merlot o un cabernet o vainas así, de hecho ni siquiera se usaba esa frasecita que yo detesto: “un buen vino”… o es que acaso uno quiere tomarse “un mal vino”).
La cocinada, hablada, almorzada y rehablada duró como hasta las 6 pm y nos fuimos. Alejandra tenia un carrito que le había regalado su papa y me ofreció llevarme a mi casa siempre y cuando la acompañara a dejar a Marcela. Marcela vivía en Modelia. Cuando intentamos regresarnos, la 26 estaba tapada y entonces le propuse que cogiera la Boyacá hacia su casa y que yo me bajaría en el sitio mas propicio para devolverme, pero empezó a llover y yo no solo no quería mojarme sino que en esos momentos yo a Alejandra “la estaba queriendo mucho” y me encantaba estar a su lado… Llegamos a la casa de ella y me invito a entrar.
Palabras van y vienen y de repente estamos en una banca en la cocina, tomándonos un tinto caliente cuando, quien sabe si por la tenue luz o no se por que, de un momento para otro nos estábamos besando muy suavemente, muy lentamente, muy detenidamente.
No se si fueron 2 o 3 veces, pero el hecho fue que yo salí de esa casa sintiendo que tenia otra novia, mejor dicho que ella era mi nueva novia, ya hasta se me había olvidado que Alejandra era casada y pensé que al otro día iba a poder estar cogido de la mano de ella y que íbamos a construir toda una vida juntos.
El freno me lo puso ella al otro día, un viernes, cuando me hizo saber que para ella eso había sido el error mas grande de su vida, que su matrimonio no tenia porque vivir una infidelidad y todo eso que seguramente estuvo “rumiando” durante toda la noche.
Gran decepción… no se imaginan cuanta!, el lunes ni siquiera quería volver a la universidad, estaba como quinceañera y obvio, llegue con todo el animo de castigarla con el látigo de la indiferencia, pero me derretí cuando ella no llego a clase, me derretí y preocupe. De lo ridículo hasta pensé que le había contado todo a su marido y se decidió que no volviera la universidad para evitarme… es que es la locura todo lo que a uno se le puede ocurrir no?.
Bueno, el hecho fue que salí a llamarla a su casa y no me contestaron…mas preocupación. Llegue a mi casa y de nuevo llame y nada. Ya en esos momentos estaba pensando que su salida del país era inminente y que de pronto lo mejor era ponerme a buscar otro apartamento donde vivir porque seguro que Hernando estaba contratando sicario para matarme o el mismo me iba a matar…. Y esa noche… no dormí un culo!.
Al otro día mi vida cambio cuando la vi llegar corriendo por el jardín de la universidad, mi vida volvió a sonreír y todo era felicidad para mi cuando gracias a ella recordé que ella ese lunes tenia su cita para la visa a los USA y en ese tiempo esa era una vuelta de al menos medio día.
Bueno, después de haber dejado un poquito la intensidad y volviendo a conformar firmemente el grupo de los 4, el sábado siguiente nos reunimos en el apto de Marcela porque teníamos que hacer la práctica de una materia y resultamos no solo haciendo la práctica sino también empacándonos 2 botellas de Néctar (siii… con azúcar, del que da un guayabo ni el jijuemadre) que no solo nos hizo quedar la práctica bastante deteriorada sino que además a Marcela la durmió, a Daniel lo envalentono para cometer ese pecado que todavía la gente no entiende que es el error mas grave que uno puede cometer: llamar a una ex. Y a Alejandra y a mi nos hizo cometer la locura que yo estaba esperando mas que cualquiera. Si, del apto de Marcela nos fuimos para mi apartamento y allá nos comimos.
La semana siguiente fue un martirio porque ella no quería ni acercarse a mi pupitre y yo me moría de las ganas de volver a darle su merecido… confieso: la perseguí por toda la universidad a ver si de pronto se animaba, pero todo fue en vano, no hubo manera, es que casi ni me hablaba.
Pero para rogar que me llamen a mi, porque yo llevaba muy bien la cuenta de los turnos de Hernando y deje pasar 2 turnos mas, aplicando las técnicas de mi primo teto (de el todavía no les he hablado pero hay unas historias fantásticas con el) le hice creer que ya no me interesaba y dos turnos después, apenas le insinué repetir la faena, prácticamente ella ya estaba encima mío.
Todo funcionó muy bien durante todo el semestre, sin embargo se venían las vacaciones de diciembre y yo ya estaba planillado para ir con mi novia a mi ciudad (ella también era de allá) y además ella iba a sacarle provecho a su visa con su esposo y familia. Estuvimos tirando prácticamente hasta que comenzó la novena, que fue la fecha hasta la que yo pude dilatar mi viaje que se prolongaría hasta finales de enero.
Apenas llegue supe que Hernando volvía a sus turnos y yo presto a reemplazarlo en esa tarea tan ligeramente satisfactoria.
Pero como todo lo que comienza tiene que terminar… casi apenas entramos al nuevo semestre, un día de esos, Alejandra llego a la universidad y con una notica me hizo saber que teníamos que hablar. A la salida nos fuimos a una tienda cercana y en medio de una manera bastante pausada me dijo que estaba embarazada (¡!! Horror!!!) pero que estaba segura que no estaba embarazada por mi sino por su esposo ya que apenas tenia algo mas que un mes, lo que coincidía perfectamente con las vacaciones.
Esa noticia fue bastante “nosequehacer” para mi, es decir, desconcertante porque yo venia con toda la expectativa de seguir teniendo sexo con ella, el cual sin duda, era mucho mejor que el que tenia con mi novia; además yo ya consideraba a Alejandra como si fuera mi novia o algo muy extraño porque incluso ya me estaban empezando a dar celos por su esposo… en fin. El hecho es que yo trate de seguir teniendo sexo con ella, pero nada, no solamente se negó rotundamente sino que además empezó a generar una especie de repulsión hacia mi. El grupo de estudio se dividió en 2, yo me quede con Daniel a quien le conté todo lo vivido con Alejandra, Daniel no sospechaba nada y casi ni me cree. Alejandra llego a casi ni saludarme y un día, en medio de una práctica ella se desmayo y yo era el único hombre en esa práctica y me toco cargarla cuando estaba en estado semi inconsciente y subirla a su carro y llevarla a la misma clínica donde su esposo hacia la especialización. Cuando íbamos camino a la clínica ella volvió en si y empezó a gritar y a llorar porque decía que lo que menos quería en el mundo era que yo le hiciera un favor de esos y pretendía que me bajara del carro para ella ir sola a la clínica a pesar de su estado.
Bueno, el hecho es que cuando llegamos Hernando la reviso, la chequearon también 2 especialistas y le mandaron unos exámenes. Mientras le hacían los exámenes, Hernando me dijo que me quería mostrar algo y me llevo a cuidados intensivos, donde estaba una paciente que había recibido un disparo en la cabeza y créanme que nunca en mi vida he visto una cosa tan impresionante como esa… hagan de cuenta, un balón de basketball (sobretodo por el color) con 2 puntos de no mas de 1 cm. de diámetro que eran los ojos, un pequeño abultamiento, como una verruga de otro centímetro que era la nariz y una raya delgada que era la boca… la cabeza de esa mujer era absolutamente deforme y Hernando me decía que era porque la bala le había estallado una buena parte del cráneo y por eso todo se inflamó de esa manera. Yo no me atreví a preguntarle como había sido lo del disparo… pero el se me adelantó a decirme que fue por celos del marido, lo cual, obviamente, también me aflojo las piernas.
A partir de ese momento yo quise que Alejandra se desapareciera hasta de mi memoria, lo cual no fue del todo así, pero ella si tuvo que dejar la universidad por el riesgo de perder el bebe. A partir de ese incidente Alejandra volvió a ser un poco mas amable conmigo y me mantuve en contacto telefónico con ella, Marcela de nuevo se integro a Daniel y a mi en el grupo de estudios y juntos fuimos a visitar a Marcela un par de veces.
Ella tuvo una niña y cuando fuimos a conocerla, el primero en verla fue Daniel quien salio inmediatamente a asustarme diciéndome que era idéntica a mi, lo que se descartó cuando Marcela y yo entramos y vimos que era tan mona, con ojos verdes y en definitiva… igualita a Hernando.
En fin… Alejandra nunca volvió a la universidad porque se dedico a la crianza de su niña y de otro niño que nació 2 años después; pero después de mi grado, durante un par de semanas que vine a Bogota a un curso, nos encontramos y quedamos de ir a cine y precisamente la película escogida fue “Great Expectations”, la cual nos puso muy incómodos en esa escena en la que Ethan Hawke sale de la inauguración de su exposición y en medio de una lluvia corre a buscar a Gwyneth y prácticamente se la quita a su esposo y se la lleva dizque a bailar pero después sale corriendo con ella. Tan incómodos que salimos del cine y tuvimos que ir a tirar de nuevo, pero esa vez si con la firmeza que era la ultima vez en nuestra vidas y eso, eso lo hemos cumplido cabalmente.

Y aqui los dos momentos mas sublimes de la película

Me encanta la actuacion corporal de Hawke a la salida del restaurante, cuando se nota que el siente que esta haciendo algo prohibido y mientras va caminando va sintiendose cada vez mas confiado... Cuaron es un putas!



Esta es una canciosota de PULP y toda la escena es inpensable

martes, octubre 02, 2007

unos primos

Mientras me oigo todo el disco de “The Hall Effect” (juemadre! Que banda… que banda!) les cuento que tengo tres primos, hijos de un mismo papa en diferente mama, como dicen por ahí: “con la misma pero en diferente mujer”.
Los tres han sido muy allegados al resto de la familia, y solo se llevan 1 año casi exacto entre los tres y también se llevan muy bien entre ellos, al final uno diría: les tocó, porque mi tío decidió no quedarse con ninguna de sus mamas sino después de 2 niñas, se quedo con su quinta esposa, con la que no ha tenido hijos y ni creo que los vaya a tener porque el ya tiene como 65 y ella debe estar por ahí en los 50… pero sorpresas te da la vida y de pronto algún día la señora termina embarazada y todo el mundo va a creer que es de mi tío… cosa que particularmente… yo dudaría.
Pero bueno, los 3 primos: Ignacio –Nachito-, Fernando –Ferchito- y Francisco –Pachito- han sido reconocidos en mi familia como “los retintos”. Paréntesis para indicar que no son negros, sino bastante oscuros, es decir: trigueños oscuros, ligeramente mas clara que la raza Hindú (a propósito, no se dice hindú, se dice india porque el hinduismo es una religión… eso me lo explico la hija de uno de los exembajadores de India aquí en Colombia… mamacita ella)… Y los retintos han sido bastante arrechos, como para que ni siquiera mis tías se atrevieran a negar los genes del papa… y por arrechos es que les han pasado varias cosas como la que viene enseguida.
Resulta, pasa y ocurre que a mi abuelo le fue mas o menos bien en la vida. El hombre se forjo prácticamente solo porque el fue “hijo natural” de un tipo rico y con apellidos notables que como un gran favor decidió “regalarle” a mi abuelo su segundo apellido… que generosidad ah???. Bueno, a mi abuelo como que poco le importo eso y el hizo su vida por su propia cuenta, empezando en un pueblo cercano y terminando en mi ciudad, puso dos negocios después de realizar otros cuantos y termino con una pequeña fortuna (mucho mas pequeña cuando mi papa y mis tíos y tías se la repartieron) que les permitió a el y a la familia darse algunos lujos a pesar de la magnitud de la misma -9 hijos!-.
Uno de esos lujos fue una de las fincas, la mas cercana a la ciudad, llamada por nosotros “El tesoro”, la cual estaba digamos en una vereda conocida como “la solterona”.
En “El tesoro” se vivieron muchas aventuras y muchas cosas. Allá veraneábamos también, pero los veraneos eran diferentes porque generalmente eran llenos de gente. Al tratarse de un lugar a 15 minutos de mi ciudad, le quedaba muy fácil a mucha gente ir a visitar a la familia de mi papa y por lo tanto la gastadera de plata en el mercado era brutal… incluso recuerdo un veraneo en el que en solo 15 días se mataron 5 vacas para darle comida a todo ese gentío que nos hizo el honor de visitarnos.
Bueno, como ni todo lo bueno ni todo lo malo es eterno, tuve un tío que se dedico a la “administración” de las fincas de mi abuelo y la verdad, nadie sabe que se hizo la plata que generaban esas fincas, porque a pesar que la del Tesoro producía guayaba en cantidades absurdas; tantas que recuerdo que al final de las cosechas, se llevaba una recua de 20 o 30 marranos que se encargaban de “limpiar” los potreros donde estaban los árboles y en solo 1 mes quedaban lo suficientemente cebados para ser vendidos de inmediato. La otra finca era ganadera y eso da mucha plata.
Pues mi tío prácticamente evaporó esa plata, porque ya en esa época poco se veraneaba y además toda la familia estaba desperdigada en sus propias casas, es decir que la casa paterna ya no generaba tantos gastos.
El cuento es que a mi tío le quedo tan grande la administración de las fincas que empezó a deberle a la gente que contrataba, a pesar que mi tío ni siquiera estaba casado, o tenia hijos o se la pasara borracho o donde las putas, no… mi tío era hasta juicioso… eso si, comelón y mecatero pero juicioso… y la verdad no era que le gustara el caviar o algo así, pero ah cosa extraña, el hombre ni tomaba ni se enmarihuanaba, nada, sano… y así y todo… era un mago!
Bueno, fueron tantas las deudas que un día los campesinos ofendidos decidieron invadir uno de los potreros de la finca y sacar algunas de la reses y las vendieron dizque para cubrir las deudas… y mi tío no dijo nada, no le contó ni a mi papa ni a ninguno de sus hermanos.
Y después se la montaron: cada semana eran 2 o 3 vacas menos, se quedaban con la cuarta o tercera parte de las cosas que se cosechaban en la finca y nadie se enteraba, solo mi tío.
Hasta que un día decidieron invadir casi media finca… se apoyaron en un movimiento indígena y terminaron apoderándose de los terrenos mas lejanos a la casa de la finca y una noche mataron al mayordomo quien seguramente se opuso a alguno de los abusos de los invasores.
Al otro día, la familia que desde hacia unos 3 o 4 años había dejado de veranear en El tesoro, se enteró de que prácticamente la finca ya no les pertenecía y entonces en un intento desesperado recurrió a la policía para intentar un desalojo, el cual no solo fue infructuoso sino que hasta tuvo el saldo de 3 campesinos y un policía muertos. Mi papa y algunos de mis tíos fueron a presenciar el intento de desalojo y casi terminan golpeados porque la vaina fue bastante violenta.
Por supuesto a la finca nadie volvió… o si iba alguien, la permanencia no duraba ni una hora. No obstante esto, la finca siguió siendo propiedad de la familia mientras la negociaban con el Incora y seguía generando gastos como el cuidado y los pocos ingresos cada vez eran menores porque nadie se preocupaba por ponerla a producir.
Pero a Pachito, Nachito y Ferchito un día se les ocurrió volver, en un extraño intento de congraciarse con mis tías y mis tíos, con la disculpa que a ellos casi nadie los conocía y contando con la nostalgia de la familia como cómplice de la gesta heroica que ellos pretendían realizar.
Obviamente a su regreso fueron recibidos como unos valientes aventureros y dieron detalle de cada una de las zonas aledañas a la casa. Lo que nadie supo en ese entonces era que ellos sacaron copias de las llaves de la casa y de la portada de la finca.
Cuando uno tiene menos de 22 años suele cometer bastantes estupideces y precisamente ellos no fueron la excepción. Con las llaves encima y el antecedente que no les había pasado nada, decidieron realizar una fiesta privada en la casa de la finca, tan privada que los invitados eran solo ellos 3 y 3 hembritas que estaban listas para pasar por el desnucadero.
Ese mismo día fueron temprano a darle vuelta a la casa a ver el estado de suciedad y la primera estupidez fue hacer llamar a la señora encargada del aseo y decirle que tenia que tener la casa muy limpia para esa tarde.
Por supuesto los señores llegaron a la finca como unos dueños y señores intentando deslumbra a las féminas para ir aflojándoles las piernas.
Paso la tarde, entra la noche y con ella, las parejas empiezan a soltar sus instintos y seguramente cuando ya al menos alguna de las parejas se encontraba en plena copula, unos gritos y antorchas fuera de la casa delatan la presencia de los invasores de la finca que quien sabe si temerosos de pensar que la familia intentaba retomar sus dominios deciden intimidar a los visitantes.
Las niñas no sabían exactamente que pasaba, simple y llanamente porque ellas no tenían ni idea que se encontraban en una finca semi invadida y mucho menos que mis primos no tenían ni el permiso ni la autorización para estar allí.
Cuenta Pachito que ni siquiera sabe si fue Nachito o Feuchito quien salio completamente desnudo y se arrodillo a llorar en la mitad de la sala, el otro, en calzoncillos, trató de huir por la puerta trasera, la de la cocina y se encontró con 2 campesinos con machete y antorcha que lo hicieron correr a abrazarse con su hermano y acompañarlo con sus lagrimas.
Pachito, medio atormentado porque primero la niña no se lo había querido soltar hasta ese momento, en medio del caos que puede significar esto para un hombre, tuvo mas cabeza fria para esconderse detrás de una de las camas mientras las niñas comenzaban a ponerse nerviosas y a preguntarles a los gritos a los valientes aventureros de días atrás qué estaba pasando.
Ellas al ver el estado de indefensión en el que se encontraban, decidieron salir y prácticamente enfrentar a la turba. Nachito y Ferchito seguían llorando y seguramente contaban los segundos que les quedaban de vida mientras Pachito trataba de escuchar lo que hablaban las niñas con los campesinos con resultados casi nulos.
El cuento fue que de un momento para otro el sintió que las niñas se alejaban y pocos minutos después las llamas dejaron de iluminar el ambiente… aunque aun se oían los sollozos de Nachito y Feuchito.
Salieron y no encontraron nada… solo el carro pinchado en sus 4 llantas y la de repuesto y ni rastro de las niñas o de los campesinos. El mayordomo salio de su casa y dijo no haber sentido nada ni siquiera… según el, le dieron “algo” y eso le había imposibilitado darse cuenta de los hechos.
Como a las 7 de la mañana del día siguiente, después de seguramente haber hecho mil malabares para poner a andar el Toyota Land Cruiser modelo 74, Nachito, Pachito y Ferchito llegaron a mi casa con unas caras que francamente daban pena y después de aguantarse la burla de mi papa que los creía enguayabados, se entraron a mi cuarto a contarme la desventura a moco tendido porque ellos creían que a las niñas las habían secuestrado.
Una de las niñas había sido compañera mía de colegio en una de las tantas entidades educativas por las que yo había pasado y sabia donde vivía. Ella además era hermana de un tipo con el que yo solía jugar basketball, a quien llame con la disculpa de saber si iba a ir a jugar ese día y al notar que el no estaba alterado ni nada, sacamos la conclusión que la niña estaba sana y salva porque sino el tipo no estaría tan fresco para salir a jugar. Con mis primos ligeramente mas tranquilos, me fui a jugar con el compromiso de corroborar la información.
Resulta que en uno de los descansos del juego, “bujes” el hermano de la niña me llamo a un lado para ponerme al tanto de lo que había pasado: a las niñas les contaron en pocas palabras toda la historia de la invasión y les sugirieron que era mejor que se fueran porque ellos ya consideraban esas tierras como propias y no querían tener problemas como los que se ocasionaron con el intento de desalojo. Cuando los campesinos se dieron cuenta de las reacciones de mis primos, decidieron amedrentarlos aun mas y darles una lección, por lo que consiguieron un transporte para llevar a las niñas a mi ciudad y hacerles creer a mis primos que las habían secuestrado. Por supuesto contaban con la complicidad de las niñas quienes no iban a salir a contarles a los cobardes de mis primos de la extraña aventura.
El plan se completo con mi regreso a la casa y la llamada que les hice a Pachito, Nachito y Ferchito, para decirles que las niñas no aparecían y que los papas estaban buscándolas por toda la ciudad.
Eso fue como despertarle los sentimientos a ellos quienes de una voz temblorosa pasaron al llanto con una facilidad pasmosa y uno de ellos me colgó de inmediato, para –según supe después- salir corriendo al baño porque “se le aflojó el estómago”.
Mientras tanto me encargue de llamar al primo mas chismoso de todos –si señores, el loco Rafael- para contarle la historia y asegurarme que se encargaría de hacerla saber en cada una de las 5 familias en un tiempo casi record.
En una complicidad impresionante, solo a los 3 días de seguro sufrimiento por parte de Pachito, Ferchito y Nachito, ellos se enteraron que las niñas habían salido sanas y salvas de la finca y que ya no querían saber absolutamente nada de ellos quienes seguramente disfrutaron mas de la aparición de ellas que del posible polvo que se hubieran podido echar con ellas.